5. Mutantes

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A la mañana siguiente Laura despertó algo agitada. Charles había entrado en su habitación y le había despertado de forma brusca, pues el joven estaba bastante nervioso.

- Date prisa. Tenemos una charla con Flanders en una hora y debes de estar lista.

- Buenos días a tí también- le respondió Laura con sorna, aunque Charles ya había salido rápidamente de su cuarto y no le escuchó.

Laura se desperezó y se dirigió al baño. Abrió el grifo y lavó su rostro. Acto seguido se miró en el espejo que había cerca de la ducha y vio cómo aquel monstruo que conocía tan bien le devolvía la mirada. No pudo evitar pensar en las palabras que le había dirigido Erik la noche anterior, y sintió un pequeño dolor en su corazón.

Dejó a un lado el recuerdo, y ocultó su mutación. Se vistió cuidadosamente y se fue a la cafetería algo deprimida. Allí se encontraba Charles bebiendo café mirando a un punto fijo, que se trataba de Moira. Laura se sentó a su lado y el telepata se centró en ella.

- ¿Café?- le tendió el moreno. Laura lo aceptó y le dió un largo sorbo.

Se giro hacía Charles que comía con expresion nostalgica el cuenco de cereales y mirada ausente.

-Charles.

-¿Sí?

-¿Tu me consideras guapa?- al joven le tomó unos segundos reconsiderar la pregunta.

-¿Por qué me preguntas eso?- Laura, que no sabia explicarse, solo le suspiró.

-Da igual, tú dimelo, ¿sí o no?

-Claro que sí, pero, ¿por qué...?

- No importa- le cortó Laura. Charles no pudo evitar entrar en la cabeza de Laura y observar los recuerdos de la noche anterior con Erik. Tampoco pudo evitar sentir pena por ella.

- Laura, entiendo que tu mutación sea singular entre la sociedad... pero Erik sólo quiere hacer que te sientas mejor contigo misma.

- ¿Qué opinas tú, Charles?- le preguntó Laura. Charles quedó un poco descolocado ante la pregunta.

- Pues... que eres preciosa tal como eres.

- ¿También azul?

- Azul y con branquias, pero eso no significa que tengas que mostrarte todo el rato.

- ¿Por qué?- le preguntó Laura con una pizca de dolor.

- Porque la sociedad aún no está preparada Laura... lo que quiero llegar con esto- le dijo tomándole de las manos y mirando a la chica con cariño- es que tal y como eres está genial, pero la sociedad no sabe de nuestra existencia... un ser tan extraordinario como tú no puede pasearse por las calles sintiéndose incomprendido. Requiere tiempo para que la gente llegue a comprendernos... pero tarde y temprano llegará. Es como cualquier otro proceso de aprendizaje. No le hagas mucho caso a Erik, ¿vale? Tiene ideas un poco... revolucionarias.

Laura miró con intensidad a Charles. Este conectó su mirada con la joven y pudo ver que la había convencido. Laura le cogió de la mejilla y le dio un fuerte beso, tomándolo por sorpresa.

- Muchas gracias Charles.

Y es que Laura había empezado a querer un poquito más a aquel telépata. Las palabras le habían reconfortado pues ella siempre se había sentido incomprendida por tener su mutación. Las palabras de Charles parecían cobrar sentido. No le haría más caso a Erik, Charles tenía razón: aquel hombre solo pensaba en cosas que escapaban de la mente de ambos.

Salieron del comedor bastante animados los dos, y fueron hacía la reunion con Flanders en su despacho.

-Aún no entiendo qué quiere de mí ese hombre- le confesó la chica a Charles mientras recorrían los pasillos.

X-Men. Primera Generación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora