Dislexia ; joshler/tysh

Sesenta y cinco

Entrar a la escuela el día siguiente fue bastante difícil para el de cabello rosado.

Esperaba recibir varios apodos acompañados de risas y burlas.

Pero no fue así.

Mientras caminaba las personas le daban sonrisas amigables e incluso algunos saludos también.

Josh estaba enteramente confundido.

—¿Q-qué es esto? —dijo al ver su casillero.

Varios globos estaban pegados a él con notas atadas en ellos.

Josh abrió su casillero y una ola de cartas empezaron a caer a sus pies.

Josh miró alrededor y poco a poco varias personas fueron rodeándolo en lo que antes era un corredor vacío.

—¡Bienvenido de vuelta! —le dijeron todos y Josh dio un leve salto de impresión.

—Oh, dios —dijo en cuanto notó que Tyler estaba justo delante de los demás, su torcida sonrisa y hoyuelos se mostraban.

—Sorpresa —dijo Tyler abrazando a Josh en lo que el último dejaba correr algunas lágrimas en sus mejillas.

—¿T-tú hiciste esto por mí? —preguntó y Tyler asintió con una pequeña sonrisa.

—Con ayuda del consejo estudiantil —respondió Tyler.

Josh asintió mirando a todas las personas a su alrededor.

—Podemos, uh, irnos ahora... hay muchas personas —murmuró Josh nervioso.

—Claro —dijo Tyler volteándose ante la multitud—. ¡Bien! Muchas gracias, chicos, por su ayuda, pueden ir a seguir con su vida —gritó y todos asintieron mientras se alejaban poco a poco.

—¿Por qué no sigues tu propio consejo y vas a tu clase? —bromeó Josh y Tyler sonrió, dandole un pico en los labios a Josh antes de alejarse.

—Tú eres mi vida.