First Meeting (Doctor Who)

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El Doctor estaba solo en la TARDIS esperando a que lo llevará a algún lado, cualquier lugar era bueno en esos momentos, estaba aburrido y cansado, cualquiera creería que siendo un "Time lord" el tiempo pasaría más rápido, pero no, esa noche las manecillas del reloj parecían ir más lento. Clara le había pedido que no la buscara pues tendría una cita con uno de los profesores del instituto en donde trabajaba.

Caminó hasta uno de los cuartos de la TARDIS, ahí tenía un gran armario con ropa, el Doctor se probó al menos 15 corbatines, pensando cuál sería el favorito de la chica imposible. También sacó unas cuantas gabardinas, al final optó por aquella que solía usar solo en eventos especiales. Vio el reloj nuevamente, apenas habían pasado 20 minutos.

Se sentó en las escaleras casi a la entrada de su cabina telefónica.

—Suficiente— dijo en voz alta y apretó los botones de la consola, le tomó 15 minutos llegar a la casa de Clara. Bajó rápidamente, se acomodó el corbatín y tocó a la puerta.

—Roger, llegas a tiempo— dijo ella abriendo la puerta.

—¿Se llama Roger?— dijo él y entró a la casa sin ser invitado.

—Doctor, ¿qué haces aquí? Te dije que hoy no tendría tiempo de salvar el universo— dijo ella cerrando la puerta y caminando detrás del Doctor quien ya se había puesto cómodo en un sillón.

—No vamos a salvar el universo— dijo él.

—¿Entonces, qué haces aquí?— se cruzó de brazos esperando la respuesta.

El Doctor se quedó callado, no estaba seguro si decirle o no. Ya le había pasado a una de sus regeneraciones, se había enamorado de una de sus acompañantes y no habían terminado bien las cosas.

—Doctor.

—Te queda hermoso ese vestido. Solo quería asegurarme que tu cita llegara por ti— dijo cuando tocaron el timbre, Clara volteó a ver la puerta. –Bueno, me tengo que ir, diviértete— se acercó y le dio un beso en la frente, abrió la puerta y el tal Roger estaba ahí.

–Ni una flor ni nada— dijo el Doctor evaluando al chico. –Cuida a mi Clara— salió y se metió a su cabina telefónica.

Clara salió a saludar a Roger y se quedó con él en la puerta de su casa unos minutos. Eso fue lo que vio el Doctor desde las desgastadas ventanas de su máquina del tiempo.

—Eres un tonto enamoradizo, Doctor— se dijo y caminó de regreso a la consola.

—¿Cuál es el plan?— dijo Clara entrando rápido.

—Todo el tiempo y el espacio— respondió el Doctor.

—Me conformo con un café o qué te parece ir a comer unas hamburguesas— propuso la chica.

—¿Y tu cita?— el Doctor se cruzó de brazos.

—Llegó antes que Roger— respondió ella y dejó desconcertado al Doctor. –Te cambiaste el moño, tu abrigo es nuevo y ya no usas esos ridículos pantalones.

—¡Oye!— la interrumpió el Doctor y ella rió.

—Me ibas a pedir que saliéramos. ¿Cierto?

El Doctor comenzó a mover las manos, no sabía qué decir. –Probablemente— respondió finalmente.

—Siempre que te veo es para salvar a alguien, prométeme que esta noche será solo para nosotros dos— pidió la chica y corrió a abrazar a el Doctor.

Él la abrazó y le dio otro beso en la frente. –Conozco un excelente lugar de hamburguesas.

Clara sonrió. —¿En dónde?

—A unas cuadras de aquí. Te prometo que tendremos una cita normal— la agarró de la mano y salieron de la TARDIS para emprender una aventura más peligrosa que la de salvar al universo: enamorarse. 

Fictober 2018Where stories live. Discover now