Only you (SuFin)

Día 10: Sonrojo

Era una bella noche de invierno. Ambos caminaban lado a lado, tomados de la mano, sin decir absolutamente nada. Es que, en realidad, no había necesidad de hacerlo. Berwald, a pesar del tiempo que llevaban juntos, aún estaba impresionado por el hecho de que a Tino no le molestara que no fuera conversador.

Se podía escuchar el ulular de las aves y alguno que otro animal corriendo entre los arbustos. Se sentía como si fueran los únicos que existieran en que aquel enorme bosque en el que se encontraban.

Las guerras se habían detenido, al menos, por momento. Quizás Magnus y Sigurd se estarían reagrupando en algún lugar para volver a atacar o tal vez estaban buscando aliados a su causa.

Berwald estaba agotado, pero sabía que no le quedaba otra más que pelear. No podía darse por vencido. Tenía un pueblo que contaba con él y tampoco podía permitir que Tino cayera en manos extranjeras.

Tino había propuesto aquella salida, pese al frío. Lo había hecho, porque sabía que su compañero necesitaba un descanso. Además, había algo que deseaba decirle desde hacía mucho tiempo.

—Berwald, hay algo que quiero decirte —Las mejillas de Tino estaban rojas del bochorno. Sin embargo, su corazón le decía que estaba haciendo lo correcto.

—Dime —Berwald se detuvo y suspiró.

—Te amo —murmuró el finés, antes de mirar a los ojos de su pareja.

Berwald parpadeó varias veces, mientras que sus propias mejillas se enrojecían. Abrió la boca para decir algo al respecto, pero estaba sin palabras.

Tino sonrió y luego soltó su mano de la del sueco.

—Bueno, ahora ya puedes pensar en otra cosa más que en la siguiente guerra —El muchacho se dio la vuelta y a paso apresurado, regresó al hogar que compartía con Berwald.

Los ojos celestes no dejaron de contemplar al otro. Estaba rojo cual tomate. Definitivamente los problemas que tenía con Dinamarca eran insignificantes en comparación a lo que acababa de suceder.

Sé que estoy atrasada, ¡oops! ¡Gracias por leer!