—Hey, ______ —alguien me zarandea hacia los lados- Venga, despierta, acabamos de aterrizar.
—¿Mmm? —murmuro aún dormida y me sobo los ojos, desperezandome.
—Veeenga. -la mano de David se posa en mi brazo y me empuja un poco para que me levante.
—¿Qué hora es? —pregunto aún desorientada.
—Las diez de la mañana. —dice neutro, como siempre.
Bajamos del avión y estiro las piernas. Estar ahí metida durante horas, en un asiento demasiado pequeño, teniendo a un niño pequeño detrás, dando patadas mientras intentas dormir, no es muy cómodo la verdad.
Os preguntaréis ¿por qué tenemos que ir en un avión turístico y no uno privado? Bueno, pues mi padre es de esos qué "No quieren derrochar dinero a lo tonto". No tenemos jet privado, pero sí una casa de tres pisos, para escasamente, cinco personas.
—¿Señor Collins? Les están esperando fuera con el coche. Yo me ocuparé del equipaje. —dice un señor de unos cincuenta años.
—Está bien, gracias Stuart. —dice papá.
Dejamos el equipaje para que Stuart lo lleve y salimos del aeropuerto.
—Bienvenidos a París, señor Collins. —dice una señora alta, con el pelo corto y una mecha roja en el— Soy Nathalie, la secretaria del señor Agreste.
—¿Y el señor Agreste? ¿No ha venido? —pregunta.
—Estoy aquí, señor Collins. —dice una voz proveniente del portátil que sostiene Nathalie- Le dije a Nathalie que os fueran a buscar para qué os lleve a casa. ¿Le parece bien?
Su tono es tan frío que me sorprendie. Pensé que un hombre, rico, famoso y con la línea de ropa más famosa y vendida del mundo, sería más alegre.
—Ningún problema. —dice mi padre con la típica sonrisa que tiene.
—¿Cuánto tiempo piensan quedarse? —dice una vez que nos hemos subido al coche.
—De momento, pensábamos quedarnos medio año. Yo puedo seguir con mi trabajo desde aquí, Ágata puede diseñar cosas en ese tiempo y mi hija _____ podrá ir al instituto y poner en funcionamiento los seis años de francés que tuvo.
Al oir eso miro a mi padre de una forma, que puedo asegurar que pudiera haberlo matado en ese momento.
—¿Instituto? No hablamos en ningún momento de eso. —digo cruzandome de brazos.
—Se le debió olvidar cariño. —dice Ágata mostrándose "cariñosa".
—No me llames "cariño", no eres mi madre. —digo en un tono de asco y odio.
—_____, comportate. —dice mi padre.
Es sorprendente que se muestre sereno al decirme eso. Siempre me grita al decirmelo.
—Bueno, hemos llegado. —dice Nathalie, dándose la vuelta a vernos.
—Espero que su estancia en París sea buena. —tras esto, el señor Agreste finaliza la llamada.
Bajamos del coche, dejando así, ver una casa un poco grande, de dos pisos, pintada en blanco y en un tono azul pastel y un jardín que rodea toda la casa, con tulipanes, lirios y rosas.
—Es muy bonita. —digo sin quitar ojo de ella.
—La elegí yo, obvio que es bonita. —dice Ágata con aires de superioridad.
—Pues es muy fea. Además, la puerta es muy antigua, al balcón central le falta una reforma, y por favor, ¿no sabes que las margaritas ya no están de moda?
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¿Amistad o Amor? [Luka Couffaine x Reader]
FanfictionVivir en París es mucho más estresante de lo que creías. Exámenes, trabajos, una chica diva, hacerle ver a tu padre que está con la mujer equivocada y... descubrir si es amistad o es amor por lo que sientes hacia el estúpido de Luka Couffaine. ¿Está...