Catherine. El amor de Poseidón.

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Mientras miro la conmoción en sus rostros, me comienzo a preguntar ¿cuál es la razón?

Les quería preguntar
¿Por que la cara de idiotas?
Pero de repente uno de los hombres que se encontraba detrás contestó a mi pregunta no expuesta, tal vez esta se reflejo en mi rostro...

- Lo que pasa cariño, es que jamás habíamos visto a una mujer de tal belleza como usted y tal vez esa misma belleza sea la que calmó al caballo mas bruto de la región...  —. "Cariño". ¿Que se cree?

El me mira directo a los ojos y yo me quedo en una especie de trance mirando aquel hombre de ojos azules, pero no cualquier azul, un azul brillante que me recordaba las olas del mar, salvajes y majestuosas. Al parecer es alto como de 1.80 tal vez, su cabello castaño oscuro abundante con ligeros rizos y  con el largo perfecto para hacer resaltar esa bella sonrisa de labios gruesos y carnosos, una sonrisa que se enmarca aún más cuando se da cuenta la forma en que lo miro. —Vanidoso engreído, debe de estar acostumbrado a la admiración de las mujeres, y me enfada saber que a pesar de todo no soy indiferente a su encanto.

- ¡Primero que nada, no me llame cariño! ¡Que usted y yo no somos nada! - Respondo secamente, una sombra de molestia cruza por sus  ojos pero se recompone al instante, sonríe divertido mostrando su dentadura blanca como las perlas.

- Me gustaría saber, mi bella dama. ¿Cómo hizo para calmar a la bestia y capturarlo? - Hace una seña a los hombres que lo acompañan y estos pasan por mi lado lentamente curioseando, mirándome; comienzan a atar y azotar al caballo cuando este trata de soltarse de los amarres.
Por una extraña razón me sentí identificada con lo que el noble animal estaba sintiendo. — Esa sensación de miedo y  encierro la conozco muy bien. — Los miró indignada y molesta ignorando la pregunta que me hizo.

- ¡Brutos salvajes sueltenlo! - Me atreví a gritarles.

- Una señorita respetable no debe levantar la voz haci y mucho menos usar esas palabras frente a un hombre o este caso varios. - Me dice con una sonrisa socarrona pero encantadora - ¡Pero que rayos estoy diciendo, estúpido engreído!

Sus palabras me hierven la sangre, esas son las palabras que más detesto escuchar, yo no fui educada así.
Explotó contra aquel hombre que me habia parecido encantador a primera vista, pero en este momento me parece arrogante y prepotente.

- Mis disculpas mi señor -Le digo con la voz más dulce delicada y sarcástica posible que pueda tener - ¡ pero yo creo que son unos brutos, salvajes y usted también! - Le digo elevando cada vez más el tono de mi voz, golpeó al caballo que monta suave pero preciso haciendo que éste repare y tirando a su jinete. - Nuevamente me disculpo, pero espero le haya quedado  claro que no soy cualquier  chica. Hasta luego señores"....

Digo mirando a el apuesto hombre en el suelo con sus ojos azules clavados en mi, amenazadores, su mirada causó una extraña corriente que pasa por todo mi cuerpo y causando un cosquilleo en mi, sostengo la mirada muy poco ya que está me descoloca y roba el aliento, doy la vuelta y me voy...

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Aquí les traigo otro capítulo.
Cómo les había comentado, los capítulos sufren leves modificaciones, algunos capítulos parecen iguales ya que los cambios son minimos.

Sigan disfrutando de la lectura.

Besos de Luna🌙