Catherine. El amor de Poseidón.

Capitulo #1

Hola mis lunatiamig@s
Hola mis bellas amigas.

Catherine a vuelto.
Si así es .
Aplausos por favor .

Para los que no lo sabían y apenas comienzan la historia.
Esta se había pausado por qué le iba a hacer algunos cambios, así que bienvenidos y comenzamos.

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<<Catherine P.O.V.>>

- Gracias, doña Rebeca hasta mañana. - Le digo a dulce mujer con la que trabajó en la sastrería, me gusta mas forjar el hierro con mi padre pero él insistió en que trabajara en algo más... Femenino - Gracias tía Charlotte. Así que comencé a trabajar en la sastrería de Doña Rebeca, confeccionando hermosos vestidos y trajes a la medida. - Eh de admitir que me encanta este empleo pero sigo prefiriendo el calor del fuego y el sonido del metal cuando lo aplastó con el martillo.

- Ve con cuidado muchacha, mira que en este pueblo son varios los ojos que te miran con deseo.

- Si doña Rebeca, seré precavida. Nos vemos.

- Ve con Dios muchacha.

Le sonrió amablemente mientras me alejo camino.

- Tan Tan. ¿Se puede? - Preguntó juguetona cuando llego a la casa de mi amigo Benjamín.

- Claro - Saludo a mi amigo con una gran sonrisa y no puedo evitar ver un moretón en su mejilla.

- ¿Te peleaste nuevamente?

- Mmmm.
¡Ya sabes como soy!

- ¿Y ahora por qué?

- ¡Por ti! - escucho una voz chillona de la Diosa remilgosa y como se oye esta muy molesta. - Nuevamente creyeron que tenía algo contigo y lo dejaron así. -(Yo ni siquiera se por que hacen eso, si a todos ignoro ) -¿Por qué no desapareces de su vida? es mas ¿por que no desapareces del pueblo, no eres más que una atrayente de la muerte?

- ¡Verónica, compórtate! - La reprende Benjamín.

La prometida de mi amigo - Si su prometida, pobre de el. - estaba que echaba fuego por los ojos, ella teme que yo se lo robe, pero Benjamín y yo somos amigos desde niños y solo hay un amor fraternal entre nosotros.
Pero ella tiene razón en algo, solo le traigo problemas al pobre de Benjamín.

- Tranquilo Ben, ella tiene razón, será mejor que no nos volvamos a ver. Solo venia por mi encargo y me voy. - Digo esto último mirando los ojos celosos de Verónica.

Ben entra por 2 pares de botas hechas a mi medida y diseñadas por mi.
Eran hermosas y el es un exelente zapatero.
Mientras volvía con ellas, Verónica me miraba con tal furia que si sus ojos fueran dagas ya me hubiese apuñalado tantas veces que parecería coladera.
Pero como ella es súper sangrona y me divierte hacerla rabiar haré mi última jugada como despedida.

Cuando Ben vuelve, me entrega las botas, yo lo abrazo con fuerza y como toque extra le doy un beso sonoro en la comisura de su boca.
Para él no es nada, sabe como soy.

- Me acabas de sentenciar ¡lo sabes verdad! - Me dice él al oído tan divertido como yo.

- Lo siento - Le digo en un susurro.
- Hasta luego Verónica - Verónica está que echa chispas, su cara a enrojecido tanto que parece una vela encendida .

- !Catherine Dumbro, mujeres como tu solo están hechas para estar en un maldito burdel!

Con la mano en mi pecho y la boca muy abierta finjo sentirme escandalizada al escuchar aquellas palabras.
- Señorita Verónica ¿Qué diría tu madre si te oye hablar así enfrente de un hombre? - La chica palidece ante la idea y yo me voy envuelta en una carcajada.

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Narrador Omnipresente

Catherine, era una chica codiciada por muchos y odiada por las mujeres casamenteras.
Debido a su belleza arrasadora.
Tal como había dicho Verónica, parecía que la sombra de la muerte perseguía a dulce Catherine, que aunque a veces se comportaba seductora y descarada, quien en realidad la conocía, sabía que ella poseía un corazón noble y bondadoso.
Por si no fuera poco, su voz era cautivadora, tenía una voz melodiosa que envidiarían las mismas sirenas.
Sus ojos grandes y brillantes de color amielado parecían cambiar de color.
Sus labios carnosos y suaves que invitaban a ser besados.
Toda una dama digna de la realeza, pero ella prefiere el viento fresco del campo y el calmado arrullo del agua mientras corre en el río para unirse al mar.

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Camino a casa Catherine prepara la daga que trae en el bolsillo secreto de su vestido, pues nunca faltaba el atrevido que se querían aprovechar de ella.

Pero hoy tuvo un viaje tranquilo a casa.
Aunque aquella sombra que la seguía
tenía una dolorosa sorpresa para ella.

Entra a su casa buscando a su padre y un frío de muerte recorre su cuerpo.
Con un nudo en la garganta y un temblor en todo su cuerpo corre a buscar a su padre, de habitación en habitación.
Hasta que finalmente lo encuentra tirado en el piso de la cocina.
Ella corre a él e intenta reanimarlo hablándole, moviendolo pero este solo alcanza a esbozar una sonrisa como despedida en la que le dijo todo lo que él quería.

- También te amo papá. - Responde ella con lágrimas en sus ojos y lo abraza con fuerza llorando con el en brazos mientras él cierra sus ojos para unirse con su esposa en el paraíso.

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Bien con esto terminamos el primer capítulo.
Pobre Catherine ¿ahora qué destino le espera?

Espero sus votos y comentarios Con ansias.

Besitos de la luna para ustedes.

Nos leemos en el próximo capítulo