Capítulo 16

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No podía creer lo que me estaba pasando. Toparme con un desconocido que resultó tener más lazos conmigo de los que jamás imaginé. Parecía que el destino de empeñaba en complicarme la vida.
Esa noche casi no pude dormir, tenía demasiadas cosas en la cabeza y debía reconocer que iba a extrañar esos encuentros, pero me quedaba claro que ya no podía pasar, no cuando era amigo de Tom y cuando yo había comprobado que tenía alguien en su vida. No importaba si eran amigos, novios o lo que sea, era obvio que algo especial había entre ellos dos, además ella era una buena chica, hasta podíamos llegar a ser amigos.
Al día siguiente llegue temprano a la oficina, tenía que mantener mi mente ocupada lo más que pudiera o me volvería loco. Paso media hora y llegó Emily que se sorprendió al verme tan temprano.
Al mediodía me llamo Anne para contarme que había peleado con su esposo , al parecer su relación era un sube y baja.
Me llamó la atención algo que me dijo "ahora entiendo que todo debe ser equilibrado, ni puro amor, ni puro sexo, lo ideal es una combinación de ambos, tómalo en cuenta" para cuando te cases.
Me quedé pensando en sus palabras y tenía razón.
Yo tenía el amor de Tom y la pasión de Christopher. Ambos me daban el equilibrio. Que difíciles son las relaciones.

......

Los días habían pasado volando, aunque no dormía mucho y  sentía la necesidad de llamar a Christopher, no podía, tenia que resistirme a la tentación. Además el no daba señales de querer estar conmigo y yo no iba a rogarle ahora que ambos sabíamos quienes eramos en realidad.
Me mire al espejo después de arreglarme , hoy era la fiesta de presentación del perfume que había sacado y justo sería en el Hotel Rose Imperial, definitivamente estaba viviendo una gran desgracia. Me había puesto un pantalón  de traje negro y una camisa negra muy elegante. Me puse un abrigo, tome mis cosas y salí rumbo al hotel, el que no había pisado hace dos semanas aunque esta vez iría por algo diferente.

Fui el primero en llegar, me aseguré de que todo estuviera en orden. Una mesa larga donde se presentara el perfume, unas sillas acomodadas, una mesa enorme de bebidas y bocadillos, un lugar donde se colocaría la prensa, los meseros , un chico que hacia la prueba de sonido.Todo iba muy bien, minutos despues llegó Emily.
- No va a venir Tom?
- No, tuvo un viaje de negocio, creo que regresa el sábado.
-Ah ok, no lo veo hace bastante por aquí
-Yo también, bueno desde el domingo que fuimos al cine, y tu por qué no invitaste a tu nuevo amor?
- Tenía otro compromiso.

Eran las 7, volteé por curiosidad y lo vi entrar. Christopher Vélez estaba entrando, vestía un smoking y corbata negra de moño, con una camisa blanca y su cabello mas arreglado que de costumbre pero sin perder su toque. Era un monumento de belleza tenía que decirlo. Mi corazón latía rápidamente mientras lo veía junto con Julieta, quien lo tenía tomado del brazo, no pensé que vendría con ella, pero claro no podía llegar solo tampoco.
Ellos ya estaban muy cerca de mí, así que me metí a la cocina con el pretexto de ver si ya tenían listos los bocadillos. Me quede ahí unos minutos hasta que escuche una voz que pedía que la audiencia tomara asiento porque estaba por empezar la presentación.
Salí a ocupar mi lugar y en el camino Julieta me atajó.

-¡Joel! Que sorpresa verte aquí... Felicidades, les deseo mucho exitó con su perfume. y Tom?- dijo abrazándome.
- Gracias! y no, no pudo venir. Está en un viaje de negocios. -respondí separándonos.
-Buenas noches, dijo Christopher parándose a su lado y pasé saliva al verlo.
-Buenas noches, respondí con voz ronca por la impresión.
-No pensé encontrarte aquí, pero veo que eres parte de la creación de este perfume! Felicidades!- agregó sonriendo extendiéndome la mano para saludarme
-Gracias.- Contesté estrechándole la mano que acarició sutilmente con su dedo pulgar.

La presentación terminó, luego pusieron algo de música y empezó una especie de convivencia.
Cada tanto sentía las insistentes miradas de Christopher, eso me ponía más nervioso y cuando volteaba a mirarlo me sonreía seductoramente.
Me senté en un sofá que había en una esquina, puse mis codos sobre mis rodillas y cubrí mi cara con las manos.

-Cansado o nervioso?- escuché que me dijo con su hermosa voz.
-Cansado, ha sido una semana pesada.- dije levantando la cara, estaba parado frente a mí sonriendo.
-Necesitas relajarte.- dijo poniendo una mano en mi hombro y apretándolo suavemente, ¿por qué insistía en torturarme?
-Gracias por el consejo, lo tomaré en cuenta.- dije mirando hacia el suelo, conteniendo la respiración.
-No es un consejo- deslizó su mano por mi brazo -es  una invitación.- agregó y bajo hasta llegar a mi mano que tomó.
-Estas loco? Afuera hay un mundo de gente, incluida tu novia. No voy a ir a esa habitación arriesgando a que alguien nos vea.- exclamé tratando de soltarme, pero no lo conseguí.
-La gente no se dará cuenta. Incluida mi amiga, que ya te dije que no es mi novia. Además jamás mencione subir a la habitación- dijo mientras me hacía ponerme de pie- hay otros lugares, usemos la creatividad- agregó apretando mi mano.
-¿Y qué paso con tus reglas? - pregunté tratando de controlarme.
-Ya no existen, claro que si quieres, se pueden poner unas nuevas.

Comenzó a caminar y no me había percatado que al fondo había una pequeña puerta, la abrió y me hizo entrar. Me di cuenta que era una pequeña bodega donde guardaban cosas para el aseo. Entró y cerró la puerta, quedamos completamente a oscuras, sólo se colaba un poco de luz por debajo de la puerta y sentí miedo, la adrenalina estaba subiendo a mi cabeza, pero temía que alguien pudiera abrir la puerta. Sentí sus manos en mi cintura, atrayéndome a su cuerpo y su boca besándome desenfrenadamente, con hambre y le correspondí de la misma forma, había extrañado tanto esos besos, aunque este era más intenso, mi cuerpo de inmediato se encendió, ese hombre era mi perdición. Subió lamiendo al lóbulo de mi oreja mientras una de sus manos apretaba mi nalga por encima del pantalón, un jadeo se me escapó, su cuerpo estaba reaccionando de la misma forma que el mío. Mis manos se movían hacia su pantalón para desabrochárselo, las suyas subieron presurosas por mis muslos y las deslizó, alcanzó mi ropa interior y comenzó a bajarla junto con mi pantalón, le ayudé a deshacerme de ellas con las piernas. Me recargó en una especie de estantería y sus dedos se dirigieron a mi parte íntima que comenzó a frotar en tanto yo lograba por fin desabrocharle el pantalón, se lo bajé un poco al igual que su bóxer y acaricié su erección. Segundos después, él se separó lo necesario para ponerse el condón, mientras yo sentía mi respiración agitada. Sentí que colocaba su miembro en la entrada de mi sexo y yo subí una pierna y la coloqué en su cadera. Él me ayudó, poniendo su mano en mi muslo mientras lo sentía entrar en mí con fuerza, me mordí el labio para no gritar, él se movía en mi interior ávidamente y al mismo tiempo me besaba para silenciar los gemidos que no podíamos reprimir, mis manos estaban aferradas a su espalda por debajo de la camisa que había desabrochado a la mitad. Rompimos el beso para respirar.

-¿Me extrañaste?- susurré con la voz entrecortada.
-No tienes idea cuanto- respondió en mi oído con su voz distorsionada.
-Muéstrame que tanto- agregué apretando su espalda. Él acelero más sus movimientos mientras lamía mi cuello, yo seguía aferrado a su espalda y la acariciaba, él me apretaba el muslo y su otra mano estaba en mi cintura, volvimos a besarnos ansiosamente, después nos separamos y lamí su cuello.
-Te extrañé tanto Joel- susurró en mi oído mientras seguía moviéndose en mi interior.
-Repítelo- pedí vuelto loco porque había pronunciado mi nombre.
-Te eché muchísimo de menos... Joel.

Tentación - Virgato 🔥 Primera Parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora