Imaginas Las Crónicas de Narnia

Edmund Pevensie

"Te queda muy bien"

Era una tarde como cualquier otra, como todos los días primero habías realizado tus tareas para luego ayudar a tu madre con tus hermanos menores, ahora estabas jugando con las mellizas y las reinas de Narnia, estaban preparando coronas de flores,  a tus hermanas y a ti les encantaba hacer las coronas y esta vez habían invitado a las reinas a jugar con ustedes para que se divirtieran. A tus hermanas y a ti les encantaban hacer corobas de flores, era una actividad divertida y que lograba quitarles de la mente la falta de su padre y hermano mayor, quienes murieron en la batalla con la bruja blanca. Cuando terminaban de hacer varias coronas se encargaban de regalarlas a los demas narnianos, quienes quizas no les gustaban las coronas pero las usaban para dejar feliz a las pequeñas mellizas que con sus sonrisas y sus ojitos brillantes lograban alegrar a todo el mundo.

-Estas coronas estan quedando muy lindas majestades - dijiste con una sonrisa amable.

-Así es- dijo la  reina Lucy- pero sabes que pueden llamarme Lucy, somos amigas.

-Perdon su maj... perdon Lucy- dijiste con una sonrisa avergonzada- es la costumbre, todos Las llaman así.

-Pero sabes que somos amigas, no necesitamos tantas formalidades- dijo Susan- además aun se me hafe raro que nos traten como reinas.

-Pero eso son- dijo una de las mellizas.

-Y unas muy lindas- dijo la otra ganándose unas risitas por parte de las chicas mayores.

Ustedes siguieron hablando y compartiendo mientras hacían mas coronas, hasta que aparecio el rey Edmund.

-¿Que estan haciendo mis queridas hermanas y jovenes amigas?- dijo él con una gran sonrisa, haciendo que de inmediato sonrieras tú tambien.

-Estamos haciendo coronas Ed, esta es para ti- dijo Lucy extendiéndose una corona a su hermano, quien para no hacerla sentir mal se la puso.

-¿Como me veo?- dijo haciendo posees raras.

-Te queda muy bien- dijiste riendo.

-Te queda ridicula- dijo Susan ganandose la risa de Lucy.

-Gracias mi bella dama por tan dulces palabras mientras que estas señoras me dicen cosas malas- dijo haciendo una pose de caballero- ahora me ire, adios damas.-se fue como una diva, ganandose la risa de ustedes y que luego siguieron en lo suyo.