"Deja vu es un término francés que significa "ya visto". El concepto describe la sensación que experimenta una persona al pensar que ya ha vivido con anterioridad un hecho que, en realidad, es novedoso."
Narrado por Ana
Se fue el miedo y vino la culpa. Olvidé mi compromiso con el Señor, olvidé que no lo conocía de nada, hasta mi nombre parecía desvanecerse en su boca. Sin saberlo, aquel beso marcó un antes y un después.
Es mi primer beso, mi boca permanecía calmada y serena, como un receptáculo de su lengua tan diestra y salvaje, aprendía del movimiento tan apasionado de sus labios sobre los míos, su aliento, su piel despedía un olor único y específico. Mis latidos a mil por hora, la sangre que parecía concentrarse en mi rostro y oídos, mis ojos miraban sus ojos cerrados, sus largas pestañas
Tenia ese sentimiento de haberlo extrañado con todo mi corazón, como una sed que estaba siendo saciada despues de tanto años, como una necesidad que siempre estuvo ahí, esperándolo ¿Por qué? Los recovecos mas profundos de mi mente revivieron recuerdos mientras que no eran claros. De hecho, ni siquiera sabia que los tenia.
Gabriel estaba ahí, en ese pasado que desconocía y parecía desempolvarse... de pronto.
Flahsback
Una habitación perfectamente arreglada, la cama era de color blanco cubierta por finas telas de seda, las columnas tenia finos tallados, una fachada bastante renacentista , y había unas pinturas de paisajes en las paredes al pié del tálamo.
-Se que podrás perdonarme Gabriel. -Giré rápidamente y una dama se peinaba frente al tocador, vestido rojo, corte sirena y cabello suelto con una corona de flores.
Él vestía una impresionante armadura plateada, sus alas estaban desplegadas y yo podía verlas ¡Era celestial! la sombra que vi antes era solo una pequeña idea de lo imponente de su presencia.
-¡Te lo suplico... no me hagas esto! -Exclamó él, lucía furioso y a la vez preocupado. Me aproximé para ver el rostro de la jóven.
-Es mi destino, solo así pagaré por mi crimen. -Era hermosa. Su cabello de oro solo realzaba el color verde de sus ojos, sus labios carnosos fueron pintados con un rojo intenso. Él apartó el peine que sostenía y la tomó con fuerza. Era la misma mujer que había visto cuando conocí a Gabriel, ellos eran amantes y su nombre era Alera.
-¿Acaso ya no sientes nada por mi? Si es asi no puedes irte... No ahora que has abierto mis ojos a la verdad. -Preguntó
-Y jamas me lo perdonaré. Cometimos un pecado y voy a pagar el precio... -Ella bajó la mirada, su acento era diferente.
-Alera... por Dios... -Ella le dió un pequeño beso
Unas campanas sonaron , la música comenzó a sonar y unos gritos de algarabía inundaron mis oídos, alguien toco la puerta muy fuerte.
-¡NO LO HAGAS!
-Adebel... -Es romaní... podía entenderla. Dijo "Adios".
Acto seguido vi a aquella mujer subiendo por una montaña en medio de una turba de gente, Alera lloraba amargamente, el dolor en su corazón llegó al mío hizo algo realmente malo, las personas tocaban su cabello y su cuerpo suavemente y luego se persinaban también lloraban y pedían misericordia.
Otras la escupían e insultaban, la llamaban bruja, hechicera. Al terminar su camino la ataron a un poste y le prendieron fuego mientras pronunció su ultima oración, Padre nuestro:
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Angelus Mortis
Teen FictionLa hermosa Roma termina por convertirse en el campo de batalla entre dos eternos rivales. Gabriel, el arcángel mas sanguinario de todos y Damian, el demonio que fue humano. Ambos traicionados y heridos son desterrados a la tierra y sus poderes han...