E x t r a

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Años han pasado y Shigeo sigue siendo fiel a su promesa, aferrándose a la idea de que algún día la volvería a ver a pesar de que ese sueño cada vez era más escaso. Pensaba cada noche desde su partida que probablemente podrían permanecer juntos, apoyándose de forma mutua mientras progresaban en sus estudios. Claro, a medida que los años transcurrían la esperanza se desvanecía. De cualquier forma, a pesar de ello, rechazaba abrir su corazón para alguien más. Sin importar los constantes reproches de Hoyuelo o Ritsu... inclusive su maestro, seguía firme y leal a la promesa infantil que parecía romperse con el pasar de los días. No quería olvidarla, defraudarla y mucho menos reemplazarla. La quería a ella, sin importar lo que dijeran otros. Si, puede que al regresar los sentimientos hayan cambiado de uno por el otro pero no era algo que lo detuviera.

Kageyama Shigeo, ahora un hombre de 22 años de edad con un titulo. Todavía sigue en busca de un trabajo y mientras tanto se mantiene en el negocio de los espectros que, de alguna forma, sigue existiendo. Una fachada pero que el esper ha logrado sacarle provecho gracias a sus increíbles habilidades. Los años lo cambiaron para bien, se ha vuelto responsable y habilidoso. Varias cosas las mantiene para si mismo pues lamentablemente permanece alejado de la sociedad, no suele convivir demasiado a menos que sean sus conocidos o los pocos amigos que ha hecho. Una noche de sábado salió a dar un paseo por el parque cerca de su apartamento, no había logrado conciliar el sueño y se hacía a la idea de que caminar podría cansarlo. No, definitivamente no ayudaba y mucho menos el frío. Maldecía para sus adentros por no haber traído una bufando consigo. A lo lejos, cerca de las bancas y juegos ya algo oxidados había una silueta. Alimentaba a un pequeño gato callejero con algo de comida que traía en manos, no le dio importancia. Regresó al barandal, mirando el agua que reflejaba la luna junto con algunos patos nadando por allí, creando pequeñitas ondas en el agua distorsionando la imagen de la luna. Estuvo pensativo por mucho tiempo o al menos el suficiente... y cuando estaba dispuesto a marcharse terminó topándose con la persona que anteriormente estaba en la banca con el gato. De igual forma se marchaba pero terminaron topándose y de consecuencia dejó caer su pequeño bolso de mano.

— Lo lamento, en serio .—Se dispuso a levantarlo del suelo— No me fijé, debí tener más cuidado con-.

Se detuvo, pareció quedar paralizado tan pronto cruzaron miradas. Algo en su rostro era familiar, en su mirada, las facciones... no iba saltarse a conclusiones cuando bien podía ser un error. Ella por otra parte no lo dudó. Le tomó un par de segundos regular su respiración antes de hablar, no quería verse torpe. Lo había encontrado, justo cuando había creído que sería imposible.

— D-Descuida... fue mi culpa .—Acomodó un mechón de pelo detrás de su oreja—

El silencio los atormentaba o al menos sólo a Shigeo. Tan pronto aquella mujer esbozó una tierna pero melancólica sonrisa no pudo evitar recordarla con dolor. No podía ser ella pero demonios que si la extrañaba. Todo el dolor y tristeza que se había presentado en él de forma momentánea desapareció tan pronto volvió a dirigirle la palabra.

— Han pasado años... Shigeo.

— ¿Eh?.

Nuevamente reinaba el silencio pero era distinto. ¿Qué era lo que el esper sentía?. ¿Emoción, felicidad, nostalgia, alivio?, podía ser una clara combinación de cada una. No pudo evitar extender sus brazos y abrazarla. Se aferraba como si fuese a desaparecer, como si fuese un sueño del cual despertaría en cualquier segundo.

— Volviste... en serio volviste .—Murmuraba con un nudo en su garganta y con el corazón latiendo a mil por hora—

— He vuelto .—Correspondió alegre mientras podía percibir el aroma dulce que venía de sus ropas, se sentía protegida— Volví y esta vez para quedarme.

Impossible ❀ Mob Psycho 100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora