-19- [Maratón 4/5]

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Sus miradas al cruzarse tensaron el ambiente; y ante las inesperadas lagrimas de la chica se rompió el ligero muro de hielo que lea impedía cruzar palabra. Shigeo al principio, justo cuando se percató de la situación, consideraba que lo mejor era quedar en silencio, no cruzar palabra. Y sus lagrimas se convirtieron en la razón para que hablase. Simplemente no le gustaba verla llorar, le había tomado un cariño enorme a esa chica.

N-No llores, ¿porqué lloras? .—Parecía alarmado—

Yo... comprendería si me dices que me quieres lejos .—Musitó— Después de todo... los he lastimado tanto.

El corazón del esper se sentía herido, miserable al ser el causante de tales delicadas lagrimas. Ella no era más que un delicado cristal siendo rodeado por una barrera que le impedía abrirse a los demás, pues su principal miedo era que alguien pudiese descubrir lo delicado que es su corazón. Ella en ese entonces se esforzaba por aferrarse a su ideal, el cual era no fallarle a su padre, que se sintiera orgulloso de tenerla. Claro, algo que nunca pudo lograr. A pesar de que entre ellos dos había un muro tras lo sucedido anteriormente; anhelaban poder recobrar esa confianza. Sólo hacía falta que uno de ellos diera ese paso. (T/n) no hablaría, estaba más que claro. Al final el esper, tras soltar un gran suspiro, tomó la iniciativa.

— Nada de esto fue tu culpa .—Dijo— Trataste de ser alguien a los ojos de tu padre, pero terminaste por elegir tomar tu propio camino. Eso es algo bueno, ¿no?.

La sonrisa sincera y cálida del chico causaba algo en el corazón de (T/n). Por varios años se pensaba que el camino que tomaba era el correcto, con la esperanza a flor de piel de que algún día su padre le diera un mejor propósito. Con la mirada gacha se aferraba a sus ropas, arrugándolas levemente. Sin importar lo hermosas que fueran las palabras de Shigeo, se negaba a ceder, pues a fin de cuentas no había nada que le quitara el sentimiento de culpa que se la comía viva.

(T/n)... escúchame .—Posó su mano sobre la de ella, llamando su atención— Nos salvaste la vida, ¿crees que sería capaz de odiarte?.

Pero... en el hospital-- .—Fue interrumpida—

Enserio perdón por eso... realmente no se qué me pasaba. Sólo podía sentir rencor y rabia. No me sentía yo mismo.

Ella quedó en silencio por un momento. No habían palabras o acciones que pudiesen deshacerse de la inmensa incomodidad y tensión que reinaba en esa habitación. Aun que claro, siempre hay un modo, sólo es cuestión de hallar la forma.

Yo... se cómo te sientes .—Inició— Hasta hace unos años, yo de igual forma me sentía una amenaza.

¿A qué te refieres?.

De sólo tener que recordarlo le provocaba al esper un nudo en la garganta. Hasta el día de hoy es algo con lo que no ha podido lidiar.

Eramos pequeños, mi hermano y yo íbamos de regreso a casa cuando nos topamos con un grupo de tipos. Nos comenzaron a molestar, hasta nos amenazaron con lastimarnos.

Eso es... horrible .—Su rostro reflejaba asombro—

Intentamos defendernos, yo era demasiado débil de cuerpo. Y cuando vieron que yo no era amenaza se fueron sobre Ritsu .—Una pequeña pausa dejó ver el arrepentimiento que por tantos años cargaba consigo— No pude controlar mis poderes, se salieron de control. ¡Yo solamente quería proteger a mi hermano!.

Shigeo... .—Su mano ahora estaba sobre la del contrario—

Lo herí, sangraba su cabeza estando inconsciente. El resto estaba igual si no es que peor.

Debió ser horrible.

Me odiaba por eso, pero mi hermano no pareció darle importancia al despertar y recordar todo .—Tomó aire tratando de calmarse— Quiero que sepas que con esto... trato de mostrarte que tanto tú como yo hemos cometido errores. Y no por ello debemos dejar que nos nublen la vista.

Quedó en silencio.

(T/n), no tienes porqué seguir escondiéndote bajo la sombra de tu padre. ¿Porqué no tratas de iniciar de cero? .—Daba su mejor sonrisa— No dudes en que estaremos contigo. E-En especial yo...

Aquello ultimo dejó en las mejillas de ambos un notable sonrojo. Ella en su vida pensó que podría sentirse querida, aceptada. Temía iniciar de cero y que su pasado nuevamente regresara para atormentarla, lastimando a quienes tanto aprecia a su paso. Debía intentarlo, tener la seguridad de que esta vez haría las cosas bien. No podía defraudar a Shigeo, o eso se pensaba. Finalmente, tras varios años en sufrimiento, había encontrado su lugar, a quienes darle su confianza y afecto. Lo que una vez fue oscuridad ahora brillaba con tanta hermosura... y la flor que alguna vez estaba marchita y cubierta de sangre había dejado una semilla, de la cual floreció nuevamente aquella delicada flor, dandole la oportunidad de iniciar una nueva vida.

Gracias .—Fue lo único que pudo decir. Después de todo,  no habían palabras que pudiesen expresar la inmensa felicidad que ahora llenaba su alma—

El esper como respuesta le dedicó otra hermosa sonrisa, dejando ver lo enamorado que estaba. La puerta fue abierta, dejando ver al adulto de cabellos anaranjados a cargo del joven Shigeo. Sus ojos abiertos como platos delataban el asombro por el simple hecho de ver a la joven de cabellos (c/d/p).

¿Interrumpo algo? .—No dijo más. Todos se esperaban una mala reacción pero fue mejor de lo que ella se pensaba—

¡Maestro!, me alegra verlo a salvo... .—Shigeo enseguida exclamó con la mirada llena de alegría—

Lo mismo digo, nos diste un susto de muerte, Mob.

Al finalizar el corto reencuentro tomaron la decisión de volver a con el resto. Claramente (T/n) era la única escondida detrás de ambos por el miedo a que volviesen a interrogarla, era algo asustadiza cuando sus emociones estaban a flor de piel. Fue todo lo contrario, o al menos lo fue tras oír de la boca de Shigeo que ella no era una amenaza, que era alguien de fiar. No había temor, mucho menos dolor. Lo único que quedaba en ella era esa inmensa felicidad que sólo ellos le pudieron dar. Ellos la liberaron de su prisión, le dieron un motivo por el cual aferrarse a la vida y sonreír.

Impossible ❀ Mob Psycho 100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora