My Beautiful Monster☔

☔•|DOCE|•☔

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La noche había llegado y sin noción del tiempo, ambos yacían pegados contra la pared despojándose de la ahora molesta ropa, los besos húmedos y necesitados eran quizás el único eco bajo el compás de sus respiraciones aceleradas. Sus miradas se cruzaron en una vaivén de emociones. Para Namjoon, Hannah era aún más hermosa bajo la luz de la luna que en aquel momento era la única testigo, ambos labios hinchados y rojizos, sonrieron cómplices, la timidez ya no tenía lugar

—Quiero hacerlo... Quiero que suceda… Quiero ser tuya—Gimoteo ahogando susurros suaves. El Sonrió 

—Eres mía desde hace mucho—Beso sus labios con cuidado y suavidad, recorriendo con sus manos los muslos y la cargo para encaminar a su habitación, la tensión y el calor iban en aumento.

Entre risillas tímidas, ella se aferró al cuello canela de su acompañante, su piel era suave y su loción masculina era adictiva, casi tanto como la nicotina, beso su hombro sin inhibición, él sonrió y la dejó con suavidad sobre la cama, ella abrazó sus piernas a la cadera de Namjoon, la proximidad era tentativa, un pecado necesario, los besos húmedos nuevamente no tardaron en aparecer.

Y es que Namjoon estaba tentado por la piel de Hannah, recorrió sus labios por sus mejillas y su mentón hasta llegar a su cuello, ella cerró los ojos, el orgasmo bien podría llegar sólo con los labios húmedos y tibios del chico, el calor es sofocante, arqueo la espalda cuando juguetonamente él mordió la piel de su hombro, namjoon aprovechó, recorrió sus manos por su cintura hasta la curvatura de su espalda y le quitó el sostén con tortuosa lentitud, la deseaba pero no era necesario llevar prisa, Entre jadeo, gemidos y suspiros, el cosquilleo era embriagante, la sensación de deseo total era casi que eclipsante y así cumplieron el ritual amándose toda la noche.

Ambos recuperaban el aliento sobre la cama, la noche había pasado tan rápido que no se habían dado cuenta del amanecer, cosa sin problema por que era fin de semana.

—Buenos días—Dijo satisfactoriamente en suspiro con esa voz tan grave que Hannah amaba. Ni siquiera había dormido, algo, la noche se les fue entre besos, jadeos y caricias, Hannah soltó una leve carcajada sintiendo tanta pena.

—Oh basta, me siento avergonzada—Escondió su robotizadas mejillas en el pecho del chico.

—No veo el motivo, anoche fue increíble—Susurró contra su cabeza para después dejar un casto beso en su frente. Acaricio su mejilla en una sonrisa con la yema de sus dedos, mirándola fijamente, con tanta dulzura mostrando aquellos hoyuelos que lo hacían ver adorable

—Te amo Kim NamJoon, eres lo mejor que me ha pasado en la vida... Hubiera deseado haberte conocido antes, eres el hombre más honesto, tierno, e increíble del mundo—Dijo depositando un beso en la mejilla.

Sabía que no era del todo honesto, seguía sin decirle quién era él en realidad, su corazón dolía, al oír sus palabras porque sabía que nada era cierto, estaba siendo la peor persona, la persona mas mentirosa, egoísta y cobarde del mundo, ella sonreía tan hermosamente mientras él la miraba sintiendo culpa la amaba demasiado, pero si ella sabía quién era realmente eso la destrozaría y corría riesgo de perderla. Y eso era lo más temía en el mundo, perderla. NamJoon sonrió sintiendo como su pecho se oprimía, y su vista se nublaba, la abrazo con fuerza contra su pecho mientras las lagrimas rodaban por su mejilla.

—A veces pienso que no te merezco... Que no soy alguien para ti—Hablo con voz quebrada.

—Nam, ya habíamos hablado de esas inseguridades, por favor deja de hablar así de ti, eres la persona más perfecta para mi y para tus amigos, te amamos—Fruncio el ceño molesta.