Ejji No Kage

Capitulo 7

Abrel comienza a abrir los ojos lentamente, se encuentra aturdido y confuso, este comienza a tomar consciencia de donde esta, observando el rostro de Rīdā alegre al verlo despertarse.

Abrel: ¿Q-que sucedió? Me duele la cabeza... -Este posa la mano diestra en la sien mientras con la zurda se coloca sentado.- Solo recuerdo empezar estar a punto de morir y luego ya despertarme aquí.

Rīdā: Hm... Ya veo, bueno el peligro ya pasó así que no importa, solo sigamos.

La joven ayuda al mercader a levantarse y comienzan a caminar juntos retomando su camino, a su vez el joven guarda la daga en su sutio pues en ningún momento de su desmayo la soltó.

Tras unas horas consiguen salir de aquel bosque. Una vez fuera de este Abrel oberva a lo lejos algo extraño, era una capital demasiado igual a la que acabaran de dejar atrás.

Abrel: Oye... Eso se parece a la capital de la que nos hemos ido ayer... ¿No?

Rīdā: Si, algo debió de ocurrir, hemos caminado en linea recta, es imposible que esto llegase a suceder, a no ser que... -La joven muchacha muestra un rostro pensativo y recuerda un extraño ruido cuando estaban en el bosque y una sombra moverse cuando ambos peleaban, esta toma un posición mas seria vigilando sus alrededores.- Fue aquel sujeto que nos atacó, debió de lanzar algún tipo de hechizo sobre el bosque cuando estabamos peleando...

Abrel: Vaya, así que nos estan queriendo desviar de nuestro camino... Pero... ¿Porque? Nadie mas que tú y yo deberíamos saber sobre la daga o lo que pretendemos.

Rīdā: Bueno... -Esta desvia la mirada hacia el lado contrario a Abrel.- Realmente todas las grandes razas son conscientes de una profecía.

Abrel: ¿Profecía? ¿Que profecía?

Rīdā: Veras, la profecía es la siguiente: "Aquel que logre dividir su alma en yin y yan portando la daga, una de las armas mas poderosas será capaz de cambiar el mundo, aquel humano capaz de lograrlo adquirirá tal poder que acabará volviendose el rey de todas las razas." Al principio era un guerrero humano muy famoso en lod altos reinos por sus azañas, sin embargo este desapareció, asustados dimos busca y captura tanto del hombre como de la daga pues tememos que malas manos tomen dicha arma, por lo que actualmente todas las razas estan en movimiento buscando ese arma que portas...

Abrel: -El rostro de Abrel se muestra serio mientras desenfunda la daga y la observa- Este pequeño arma porta tal poder... ¡Entonces tendré que pedirte más dinero por ella! -Dice con un rostro acaricioso.-

Rīdā: -Esta le da un golpe en la cabeza con su puño izquierdo y lo manda a volar dos metros.- Esto es serio, por eso debo tomar la daga y ponerla en un lugar a salvo.

Abrel: -Frota la cabeza donde ella le asesto el golpe quejandose.- Ai, Ai, eso duele... -Suelta un leve suspiro mientras se ayuda a levantar con ambas manos.- Bueno, entonces deberemos seguir hasta la capital, allí preguntaremos caminos alternos.

Rīdā asiente y comienzan a caminar hacia la capital en busca de respuestas a su recien decisión.