Como comenzaremos esta historia? A ver que recuerde... A si, ocurrió en una época antigua, mas concretamente en un universo similar a este, corria el año ochenta y tres después de una gran guerra entre razas, donde se batieran en duelo humanos, elfos, magos, orcos, gente mitad animal (en el idioma de este mundo los llamaban Cavers) y como no los dioses.
Esta guerra en su momento duro años, hubo millones de muertes entre soldados e inocentes, tomando los mismos dioses la victoria, proponiendo un tratado en el que se basaba en la obediencia a los dioses, algunas razas no estaban de acuerdo por lo que se acabó dividiendo las zonas con modificaciones del tratado en la reunión tras la guerra.
Después de ese mismo punto decidieron comenzar el calendario desde el año 0, tambien denominado como "El año del renacimiento". Volviendo a nuestro punto que dejamos tras explicar el origen en un breve resumen, comenzamos un cálido día de verano, un joven que se encontraba en su cama durmiendo tranquilo, este joven es algo peculiar en aspecto, pues su pelo largo y alborotado es de un tono castaño oscuro siendo este recogido en una coleta, unos ojos color marrón claro, una estatura media de un metro setenta y ocho junto a una constitución proporcionada. El joven se levanta de cama y se dirige al exterior.
Joven: vaya parece que hoy será un gran día jaja.
Este se adentra y se pone unas ropas de campesino, pues no es mas que un mercader, el joven carga una carretilla con mercancías y se encamina cargando esta al centro de la ciudad, donde comerciaba y vendía víveres. Cuando el joven ya llego a la ciudad y monto su puesto, se puso a observar a otros mercaderes montando y ordenando su puesto, pues era temprano, apoya ambas manos en la mesa del puesto y tras un largo suspiro, con un tono alegre dice:
Joven: Hoy de seguro que venderé bastante, presiento que será un gran día.
En su cara podía verse una gran sonrisa, pasado un breve tiempo, un extraño hombre con ropajes algo diferentes a los del resto se acerco a su puesto, con voz ronca y algo apurada le dice al joven:
Extraño forastero: Mercader, cual es su nombre?
Joven: Mi nombre es Abrel. Que es lo que desea señor?
Pregunta el joven Abrel tras mostrar una amplia sonrisa.
Extraño forastero: Solo deseo comida y agua, un poco de ambos, no tengo dinero así que te haré un trueque, tu dame dichos suministros y yo te ofrezco mi daga.
Pronuncia el extraño forastero mientras saca una daga de la funda ubicada en el lateral derecho de su cinturón, posa esta misma daga en la mesa del mercader, justo en frente brillaba una daga negra y blanca, con proporción de colores exactamente iguales, líneas de esos mismos colores recorriendo su empuñadura de 15 centimetros de longitud, dichas líneas en forma de espiral, con dos símbolos de alas al frente de un escudo, uno a cada lado de la empuñadura, sujetando esta un hoja, por un lado de un metal blanquecino y por el otro de un metal oscuro, el joven admirado por la extraña daga acepta el trueque y le da comida y agua para dos días.
El forastero saca de su espalda, una bolsa echa de piel y escamas de dragón rojo guardando dichos suministros en ella, vuelve la bolsa a su espalda y se aleja hacia la salida de la ciudad. El joven curioso agarra la daga con su mano diestra y le da varias vueltas mirándola toda minuciosamente, encantado por el trueque, Abrel guarda la daga en la parte derecha del cinturón, entre este y el pantalón, sujetando su peso por el mismo mango de la daga, algo peligroso dado que se puede desprender con facilidad.
Un murmullo bastante alto de gente comienza a escucharse de fondo, parecían personas que estaban alteradas por algún suceso, Abrel, sobresaltado murmulla:
Abrel: Debió de ocurrir algo malo, mejor me quedo aquí, además, debo vigilar mi puesto.
Comienzan a escucharse gritos de esas mismas personas que murmuraban a lo lejos, al instante de gritos pasan a explosiones y destrozos de edificios, sorprendido, Abrel intenta recoger sus mercancias rápidamente, poniendo las en la carretilla, agarra esta y corre hacia la salida mientras explosiones no dejan de sonar, justo cuando casi esta llegando a la entrada, un encapuchado misterioso en medio de su camino provoca un accidente al intentar evitar el sujeto, Abrel cae cerca de este y algo apurado recoge las cosas que cayeron de la carretilla mientras nervioso dice:
Abrel: Rápido, tenemos que irnos! Esto esta a punto de quedar en ruinas!
Cuando Abrel se giraba cuando le estaba avisando observa un enorme cacho de muro de metro y media cayendo hacia ellos, el joven Abrel asustado queda paralizado, la figura con túnica se acerca a Abrel, con la mano diestra agarra la daga del cinturón de Abrel y de varios tajos en un segundo reduce el cacho de muro a piedras de reducido tamaño que solo provocan arañazos en el cuerpo de Abrel y cortes en la túnica de aquella figura, dicho sujeto se voltea mirando a Abrel quitándose la capucha con su mano zurda, una figura palida, con cabellos blancos como la nieve muestran a una mujer realmente particular.
Abrel: Q-quien eres?
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Ejji No Kage
PertualanganEs la historia de un joven humano cuyo oficio es ser mercader, sin embargo, tras un curioso y extraño trueque su vida cambia de golpe, llevandolo a diversos reinos con razas en post de volverse rico.