Ese mismo día descubrí algo nuevo, una sensación rara, era muy extraña pero se sentía bien.
Me sentí bien.
Te observé una vez más y en un susurro te dije "Soy tú hermana, y prometo amarte siempre" como si tú lo entendieras, aquellas lágrimas que hace segundos amenazaban con salir, se esfumaron.
No necesito de promesas para amarte, porque desde antes de conocerte se había convertido en mi pasatiempos favorito.
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Querido tú
Non-Fiction¿Alguna vez has escuchado aquella frase que dice "nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes"? Y no, yo no lo perdí, aunque definitivamente, la distancia que se instaló entre nosotros me hizo valorarlo, pero quizás más tarde de lo que había ima...