La abuela tenía razón, puse a prueba lo que me había dicho e insistí a mamá de que se tomara la tarde libre y te dejara a mi cargo.
Obvio que al principio le pareció extraño pero finalmente cedió.
Y volviste a la tranquilidad de esos tres días en que te habías quedado conmigo.
Volviste a ser "un ángel caído del cielo".
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Querido tú
Non-Fiction¿Alguna vez has escuchado aquella frase que dice "nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes"? Y no, yo no lo perdí, aunque definitivamente, la distancia que se instaló entre nosotros me hizo valorarlo, pero quizás más tarde de lo que había ima...