Empezábamos a pasar más tiempo juntos, jugábamos, hacíamos tonterías, incluso unimos fuerzas y sacábamos de quicio a mamá, como me gustaba compartir mi día a tu lado, tú lo hacías más divertido y fuera de lo común.
Pero por motivos también personales, volverían a viajar y esta vez, no estoy segura de hasta cuándo.
Al enterarme me derrumbé, y lloré, me arrepentí de tantas cosas en ese instante, pero no estaba en mis manos; entonces decidí aprovechar el tiempo que nos quedaba.
Me sentí fatal.
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Querido tú
Non-Fiction¿Alguna vez has escuchado aquella frase que dice "nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes"? Y no, yo no lo perdí, aunque definitivamente, la distancia que se instaló entre nosotros me hizo valorarlo, pero quizás más tarde de lo que había ima...