Llegada la primera noche que estabas a mi cargo fue un caos: tú te acostumbrabas a dormir con mamá y sin ella no querías hacerlo, intenté miles de maneras y seguías sin dormir.
Lloré desesperada contigo, ambos llorábamos.
Debió ser una escena muy épica y vergonzosa pero estaba desesperada que ya no sabía qué hacer. Supongo que debiste haberte cansando cuando finalmente dormiste.
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Querido tú
Non-Fiction¿Alguna vez has escuchado aquella frase que dice "nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes"? Y no, yo no lo perdí, aunque definitivamente, la distancia que se instaló entre nosotros me hizo valorarlo, pero quizás más tarde de lo que había ima...