Carta 23

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Llegada la primera noche que estabas a mi cargo fue un caos: tú te acostumbrabas a dormir con mamá y sin ella no querías hacerlo, intenté miles de maneras y seguías sin dormir.

Lloré desesperada contigo, ambos llorábamos.

Debió ser una escena muy épica y vergonzosa pero estaba desesperada que ya no sabía qué hacer. Supongo que debiste haberte cansando cuando finalmente dormiste.

Querido túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora