▪️Dixon I▪️

829 64 25
                                    

El frío mañanero helaba mi piel y humedecía mi aliento. La horda que esperaba fuera estaba ahora reunida a la derecha de la farmacia y, aunque no duraría mucho, no iba a dejar que se fueran sin mi, me daba igual perder tiempo.

—Pero Catt, ayer dijiste que te quedarías —replicó Glenn.

—Cambié de opinión. No nos separamos ¿recuerdas? —el negó repetidas veces algo resignado.

—Quédate —ordenó mi hermano, el cuál acompañaría a Glenn en busca de un coche.

—No —dije ya comenzando a perder la paciencia— no necesito tu instinto de hermano sobreprotector de nuevo.

—No era una pregunta— dijo con un tono serio y frío— Nos vamos chino.

—¿Qué te asusta? ¿Crees que soy débil? Porque si es así, yo creo que tu eres imbécil —dije molesta mientras ponía mi dedo índice en su pecho de forma amenazante.

—¿Cuantas veces te tuvo que salvar el chino? —preguntó ya algo alterado.

—!Yo también le salvé a él! Glenn —Le reclamé algo de apoyo.

—Glenn... —dijo mi hermano en tono de advertencia.

—Esto... —dijo nervioso— soy coreano.

Negué molesta mientras le dedicaba a ambos una mirada de odio intensa y me fui resignada, no iba a conseguir nada así y solo me sentía como una niña pequeña.

Él tenía razón, dije que no iría, que me quedaría con Jason, pero el sueño que tuve me impide estar tranquila. Era demasiado detallado, la sangre, la desesperación, el miedo, todo era demasiado real.

—¡hey! —la voz de la lame culos me sacó de mis pensamientos—¿Que hay de las medicinas de mi padre?

Eso es otra cosa, descubrimos que el almacén de medicamentos estaba cerrado con llave, lo que nos deja tres opciones. O alguien se fue dejando todos los medicamentos ahí, o alguien se encerró ahí y encontraremos un caminante dentro o alguien se lo llevó todo y cerró con llave. Yo solo espero que sea la primera porque la voz de Lilly me está empezando a cansar.

Aún no había comido nada, pero no tenía hambre, tanto tiempo en tensión anulaba mis ganas de comer.

—Hey, es a ti —dijo esta vez la voz de Larry.

—Si, si —dije algo molesta y me levanté del lugar en el que me había sentado— ahora.

Es gracioso, vimos al hombre de las fotos de la farmacia convertido fuera, si sólo mi hermano y Glenn supieran que me jugaréa vida más que ellos me hubiesen dejado ir.

—¿Estás bien? —preguntó Clementine, la única niña despierta a esta hora.

—Si tranquila —Le sonreí y ella me devolvió el gesto, que dulce— ¿tienes tu Walkie?

—sip —contestó sacando el objeto— te avisaré si tu hermano o Glenn me digan algo.

—Genial, gracias Clem —te todas las personas aquí presentes ella era de las pocas amables.

Fui hasta donde Jason dormía, quizás sería mejor no despertarlo, o eso pensaba hacer hasta que oí un grito de terror, un grito que me heló la sangre.

Al instante Carley tomó su arma y salió corriendo hacia el hombre de ayer, el herido. Había muerto durante la noche, se había transformado ¿Cuándo lo habían mordido? Juraría qué no lo habían mordido ayer, quizás le habían mordido antes y se lo había callado, quizás...

—¡Nooo! —gritó Warren, su hijo cuando Carley le atravesó la cabeza a su padre con una bala.

Yo no había hecho nada, me había puesto a pensar en el porqué, me he asustado y no he podido moverme, me quedé paralizada por el miedo en el peor momento.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 26, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Entre ceja y ceja (Glenn Rhee Y Tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora