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Capítulo 2

Capítulo 2

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Capítulo 2

Su gigantesca propiedad, tupida de vegetación, se asoma con soberbia, mientras el automóvil se acerca a ésta. Mis nervios aumentan según nos acercamos, y mi corazón a punto de salirse de mi pecho cuando las gigantescas puertas se abren con poderío, dándonos la señal de que podemos ingresar a la ostentosa mansión.

Los perros pastores rusos pasean engreídos por el tupido y magistral césped que rodea la propiedad. El auto se detiene y Dave sale a abrir mi puerta. Salgo dando pasos inseguros, con una sensación de vértigo y mis piernas temblando incontrolables.

Poso mis orbes avellanas en la majestuosa puerta caoba y aliso mi oscura y larga cabellera suelta con nerviosismo. Dave me acompaña hasta la entrada y abre la puerta, permitiendo que pase primero. Ingresamos, y el exterior de ésta grande casa es una porquería comparado con el interior. Los pisos pulidos y oscuros de la inmensa casa, la gigantesca lámpara de diminutos y hermosos cristales, que ilumina todo a su paso. Los cuadros que adornan la sala, y el color blanco de su pared. Dan un toque contemporáneo, pero con cierto toque moderno.

Contemplo la escalera de caracol de madera negra, y me topo con el exuberante dueño de éste hogar: Marcel. Parado dónde termina la larga escalera.

Mis nervios aumentan cuando veo que le hace seña a Dave para que se retire, y éste cumple con su mandato, dejándonos completamente solos en la gigantesca sala. Luego, hace otra seña para que suba las escaleras, cumplo con su orden, subiendo las escaleras y me detengo faltando un peldaño. Con la mirada gacha; espero, Marcel posa su mano en mi mentón para que ponga mis orbes avellanas en las suyas grises y esmeralda. Puedo ver la satisfacción y el regocijo en sus retinas, y siento algo oprimir mi pecho.

— Buenas tardes, fierecilla.

— Buenas tardes, señor Marcel.— Susurro.

— Vamos a mi despacho, hay que hablar sobre el contrato de Amo-sumisa y discutir las pautas.— Comunica poniendo su mano derecha en mi espalda baja, y empujándome en dirección al despacho. Cruzamos un inmenso pasillo y doblamos a la izquierda, topándonos con una puerta de roble, que al parecer es el despacho. Marcel abre la puerta e ingresamos— Toma asiento.— Ordena. Abriendo un cajón de su escritorio y poniendo encima el contrato.— Aquí está el contrato Charlotte. Ya tiene mi firma. Aceptaste, pero habrá una semana de prueba. Además tengo que asegurarme de que leas y firmes ese contrato. Debo de informarte que sí firmas, seré el dueño de tu delicioso cuerpo, tendré la potestad de controlarte y ordenarte lo que se me antoje, siempre y cuando tú estés de acuerdo con ella– aclara cuando ve en mí una expresión dudosa– Aunque yo sea el dominante, tú eres la que controla ésta relación, porque si deseas terminar todo, así mismo será. Necesito que te retires y vayas a tu casa, pienses muy bien en la palabra de seguridad que elegirás, que leas el contrato completo, e inmediatamente comunícate conmigo.— Pide, me pongo de pie con su vista puesta en mí y me encamino a la puerta, estoy a punto de abrirla, pero la excitante voz de Marcel me detiene.

«La Tentación De Marcel» #1 COMPLETA EN DREAME. LIBRO DE PAGA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora