El teléfono sonaba, la llamada no entraba...Kazuto se estaba desesperando.
-¿Si es ese número?, ti-tiene que ser ¿me dio un número equivocado?...no puedo esperar una semana para preguntarle de nuevo.
-Diga.
-¡Shino, e-eres tu ¿verdad?!
-Ahh, tú eres el señor tartamudo: Kazuto, ¿no es así?
-Exacto. Soy yo. –Todo marchaba bien. –Maldita sea...¿Qué es lo que le iba a decir?, ¡lo olvide por los nervios completamente! –Pensó.
-¿Diga?...¿estás ahí?
-¡S-sí, aún estoy aquí!...so-solo que olvide que te iba a decir.
-Dottore, ¿está aquí Dottore? –Preguntó alguien del otro lado de la puerta de su consultorio.
-Estoy ocupado Shinji, te atiendo después. –Exclamó nervioso.
-¿Estas ocupado?, si lo estas puedes marcarme después.
-¡N-no, ¿cómo-cómo crees?!
-Bueno...¿y entonces que es lo que querías decirme? –Del otro lado del celular, Shino estaba pintándose las uñas.
-Ah sí, respecto a eso...la verdad no sé, eso de dar una vuelta y salir a...
-Dottore, se le necesita de urgencia, venga rápido por favor. –Llamarón nuevamente.
-¡Ya voy, estoy ocupado, maldita sea!...perdóname Shino, lo que pasa es que...
-Me encantaría, ¿ya tenías pensado algún lugar a donde ir o pensabas que lo decidiera yo? –Shino soltó una sonrisa coqueta que provoco que Kazuto no pudiera evitar sonrojarse.
-No-no-no lo tenía pensado todavía...¿tu sugieres algo?
-Déjame pensarlo, regrésame la llamada en...¿puedes en 10 minutos, Dottore?
-¡N-no me-me llames así, po-por favor! –Dijo Kazuto sin fuerza en su voz, estaba muerto de nervios y de pena.
-Si tú quieres...dottore. –Nuevamente Shino río coqueta.
Cuando colgó el celular, Shino sonrió de una manera que parecía no haberlo hecho en años. Aquel hombre le provocaba tanta ternura que no podía dejar de sentir empatía.
Pero Kazuto era otra cosa, se sentía humillado y muy avergonzado ya que si se pudiera describir su intento de "agendar una cita" seria con una sola palabra: patético.
-Dottore, de verdad es una emergencia. –Insistieron una última vez.
-¡Ya voy!
Pasada media hora de una consulta urgente, el patético dottore Kazuto pudo marcar de nuevo a Shino.
Mientras esperaba la llamada, Shino pensó en qué lugar siempre quiso visitar pero no tuvo oportunidad.
Al ver que Kazuto tardaba, estaba pensando en cómo torturarlo para que se enamorara todavía más de ella.
-Por favor contesta, por favor... -Pensaba Kazuto mientras marcaba.
-Dottore, que bueno que marca. Me siento mal ya que un hombre no marco al tiempo que le dije...y eso me tiene muy triste. –Shino hizo un puchero.
-Perdóname...estaba un poco ocupado. –Expresó con sinceridad.
-No te preocupes, al fin y al cabo creo que ya se cual sitio escoger.
Eran aproximadamente las 6 de la tarde del sábado. Kazuto estaba perfectamente arreglado. Tenía su pantalón de vestir, su saco y su abrigo. Todos de color negro, justo como a él le gustaba.
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El Dottore y la Conejita
FanfictionKazuto Kirigaya es un hombre adinerado, con el poder de comprar lo que quiera a excepción de una cosa...el amor de su mujer o el amor de su hija. Por esto mismo es que kazuto se ha obsesionado con una misma palabra: "suicidio". En una noche de aquel...