Capítulo trece.

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Años después.

Por suerte para Shino, Kazuto había estado fuera de peligro todo el tiempo. La bala no daño nada importante, aunque las cicatrices nunca desvanecerían. Los cortes de Shinkawa quedarían para toda la vida.

Así como el amor que Shino y Kazuto se tenían...algo que duraría más del "por siempre".

Era la ceremonia del premio nobel, tanto Eugeo, Alice, Kazuto y Shino estaban vestidos de la manera más elegante posible.

No había pasado una semana y la primera edición del libro "Las cartas de los amantes desesperados, basada en una historia real" estaba agotada.

Esa colección de poemas había sido el "boom" de la década, vendiendo más de 20 millones de copias únicamente en Japón.

Cuando se tradujo al inglés, se vendieron más de 100 millones de copias, sin duda alguna Eugeo era más que famoso. Cosa que no era lo que buscaba y en realidad la fama y el dinero poco le importaban.

Lo único que estaba buscando era el Nobel.

-Y el premio Nobel de Literatura de este año es para...Eugeo.

Todos aplaudieron al nuevo Nobel. Besó a Alice, le dio la mano a Kazuto y a Shino y los abrazó a ambos.

Cuando subió a dar su discurso las lágrimas casi se le querían salir de lo emocionado que estaba.

-Quiero darle las gracias a mi mejor amigo: Kazuto. De no ser por ti y tu problemática relación con Shino nunca hubiera ni pensado tener este premio...muchas gracias a ti y a la Academia Sueca por tan hermoso premio.

Los aplausos nuevamente resonaron, pero no solo para Eugeo...si no para la trágica pareja protagonista de la historia.

Incluso una película se hizo a los pocos meses de publicado el libro relatando todo lo que había pasado en la vida de tan singular pareja.

Todos estaban en casa de Kazuto para celebrar tal acontecimiento: el padre de Eugeo, la madre de Alice, los mismos Eugeo y Alice, Asuna, Kazuto, Shino, Yui, Suguha y la madre de Kazuto.

Todos reunidos felizmente por el gran acontecimiento que sucedió...pero no era la única gran noticia.

Kazuto se puso de pie y golpeó con un tenedor una copa para llamar la atención.

-Eugeo...quiero felicitarte por lucrarte de mis desgracias, hijo de perra. –Todos rieron menos Yui ya que no entendía lo que su padre decía.

-¡¿Y qué raza es la madre de Eugeo?!, ¡¿Por qué él no es un perro también?! –Preguntó Yui, inocentemente.

Todos rieron, Alice se puso roja de tanto reír y aunque el chiste jodía a Eugeo...el mismo se rio por tan elocuente comentario.

-Mejor olvídalo Yui, no creo que lo entiendas. –Dijo Alice mientras se limpiaba las lágrimas y calmaba su risa.

-Regresando al tema. Te felicito por ello...y también quiero darte las gracias infinitamente por llevarme a ese cabaret cuando estaba desesperado...de no ser por ello no habría conocido a la que actualmente es mi esposa.

-¡¿QUÉ?! –Exclamaron todos al unísono.

-La parte de la boda secreta no era broma, en verdad nos casamos en secreto. –Explicó Shino.

-Bueno...al menos los hechos son fieles al libro, ¿no creen? –Preguntó Eugeo.

-Pero ahí no acaba la cosa...Shino y yo hemos decidido ir al siguiente nivel...la boda por la iglesia. –Comentó Kazuto.

-Eso está excelente, ¿imagino que todos estamos invitados? –Cuestionó Alice.

-Todos los presentes están invitados, será en la catedral más grande de la ciudad...sobraran muchos espacios pero no importa, también puedo invitar a mi secretaria Liz.

-Ahora hagamos un brindis por nuestra feliz pareja, ¡salud! –Exclamó Eugeo para que inmediatamente después todos chocaran copas.

-¿Entonces Shino será mi nueva mamá?...no te lo tomes a mal pero yo solo quiero a mi mami. –Dijo Yui mientras abrazaba a Asuna.

-Asuna siempre será tu madre mientras que yo...¿puedo ser tu amiga? –Preguntó Shino.

-Hum...¿tú que dices, mamá?

-Yo creo que tú y Shino pueden ser unas muy buenas amigas. –Asuna estaba de acuerdo.

Puede que Asuna haya hecho cosas malas cuando estaba casada con Kazuto...pero él era un hombre con un corazón de oro, por lo cual la perdonó, olvidando todo lo que había sucedido en su relación, menos Yui por supuesto.

Alguien tocaba a la puerta, Kazuto fue hasta ella y entonces recordó algo que había olvidado.

-¿Tú me...extrañaste? –Volvió a ver la pared donde se recargó cuando Shinkawa le dio un disparo...aquella pared donde casi muere.

-Kazuto, ¿no vas a abrir? –Preguntó Asuna ante la insistencia del timbre.

-Si...solo recordaba algo.

Al abrir la puerta era el terrible, el abominable, detestable, aborrecible, despreciable, atroz, monstruoso, horrible, reprobable, ruin, abyecto, execrable y vil cartero...que venía a entregar una carta.

-Disculpe las molestia dottore, pero lo que pasa es que en el sobre de la carta dice que es sumamente urgente. –Expresó el cartero.

-Ah, no se preocupe. Muchas gracias.

El sobre no tenía remitente...lo cual era bastante extraño.

Kazuto recordó cuando abría las cartas de Shino con tanta emoción de saber qué era lo que le contestaba a sus líneas llenas de amor.

¿Cómo te va, mi estimado Kazuto Kirigaya? ¿Te la pasas bien con Shino? Me enteré que no moriste con el disparo que te di...debí apuntar a la cabeza. Ni modo, ¿Qué se le va a hacer? Solo quiero recordarte una cosa: nadie es más inteligente que yo. En cuanto escape de prisión ten por seguro que te buscare para matarte, me beberé tu sangre y comeré de tu carne, maldito bastardo. A Shino le cobrare con los 1000 cortes que te mencione aquella vez. Ándate con cuidado, hijo de puta.

Shinkawa.

Kazuto pensó por un momento mientras se tallaba la barbilla con la mano, luego de un segundo rompió la carta y tiró los restos a la basura.

-A otro perro con ese hueso, de ahí no saldrás nunca. –Pensó, ya que a Shinkawa le habían dado cadena perpetua por doble intento de homicidio, violación y maltrato doméstico...un favor de parte de los amigos abogados de Alice.

-¿Por qué tardas tanto, cariño? –Preguntó Shino.

-Por nada, era una carta de broma que me enviaron del trabajo. –Mintió Kazuto.

-Ven, la comida esta lista.

Todos estaban riendo y celebrando un doble acontecimiento que quedaría para la posteridad...el Nobel de Literatura de Eugeo y lo más importante...la boda de un amor que durará más que la eternidad misma, la boda entre el dottore y la conejita.

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Y hasta aquí esta historia que tanto nos gustó, sin duda les doy gracias por seguirme, por este tiempo que llevamos. A los que llegaron aquí por "Enfermedad llamada amor" les doy especialmente gracias por seguirme desde hace casi 6 meses, solo me queda decir nuevamente ¡Gracias!, pero aun tengo mucho por lo que escribir, esperen el fic y KiritoxAlice que viene este año, ¿cuando exactamente? Oye no lo se :V y disfruten el KiritoxLiz que estaré subiendo los jueves, (que recuerdos nos traen ese día)

solo recuérdenme quien me pidió escribirlos ya que no me acuerdo :V y así poderles hacer una dedicatoria.

Sin más por el momento nos vemos en el siguiente Fic, se despide tu amigo:

-Arturo Reyes.

El Dottore y la ConejitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora