Capítulo diez.

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Shinkawa estaba al tanto de los movimientos de Kazuto, nunca dejaba de espiarlo y como lo viera con Shino...así le iba a ir.

Lo seguía a donde fuera, lo espiaba en su casa, en su trabajo, incluso cuando salía de compras.

Pero ya estaba considerando seriamente en no matarlo, Shino jamás se lo perdonaría.

Pero en cierta parte no importaba en lo más mínimo, ya que si Kazuto quedaba fuera del juego, ella no se podría ir con nadie más. Se quedaría con Shinkawa por siempre y para siempre.

El problema era que Shino podía ir con la policía y el gobierno le podía dar apoyo para que ya no dependiera de Shinkawa...mientras él se quedaba pudriéndose en la cárcel.

Por su lado, Shino trataba de olvidarse de Kazuto, debía "superarlo" pero no podía. Sus recuerdos junto con él, que aunque no eran muchos, sin duda alguna la mantenían anclada a ese amor incondicional.

En si Shino estaba anclada a ambos hombres. Estaba anclada a Shinkawa ya que dependería de él en más de un aspecto de vital importancia...pero ella estaba anclada a Kazuto por el amor que le tenía.

Todas las noches sin falta, Kazuto se bebía todo el licor que podía hasta caer desmayado, no era necesario ir al cabaret o al bar, se acababa lo que estaba en la cantina de su casa.

-Tal vez si inicias una relación con otra mujer la puedas olvidar. –Sugirió Eugeo.

-No puedo...esto no se puede olvidar aunque trato de hacerlo con mis fuerzas...me siento vacío, ella se robó mi corazón...y solo estando a mi lado me lo puede devolver.

-¿Crees que Shinkawa está enfermo por el amor tan obsesivo que le tiene a Shino?

-Sin duda alguna. Ese tipo está mal de la cabeza.

-Si sigues así tú vas a caer en el mismo pozo que ese cabrón, así que mejor ya olvídate.

La palabra "Suicidio" se hacía presente una vez más en la cabeza de Kazuto.

Pero había un solo impedimento, esta vez no era Eugeo. El impedimento era Yui.

¿Qué pensaría su pequeña hija si él se suicidaba? Apenas estaba comenzando a quererlo.

-Ojala me muera. –Exclamó Kazuto.

-Oh vamos, no puedes estar tan mal, lo que pasa es que no quieres curarte, ¿ella te dijo porque te dejo?

-Por qué le preocupaba lo que me pudiera hacer Shinkawa...yo podría partirle la madre cualquier día de estos.

-¿Y es por eso que casi te mata una vez?

-El mal nacido me agarró por la espalda y sin avisar, ¡no estaba listo para pelear con él!

-No sé tú, pero igual que Shino estoy preocupado por mi mejor amigo.

Shino se sentía igual de vacía que Kazuto, a veces se tocaba recordando cuando hacia el amor con Kazuto, la excitaba mucho el como él la había hecho suya aquella tarde en el hotel o aquella noche en la regadera.

El sentir de las manos de Kazuto recorriendo su cuerpo la hacía sonrojar, lo que al principio fue un amor por pasión se convirtió en un amor irreversible.

Solo quería ver a Kazuto sonreír una vez más, escucharlo tartamudear por los nervios. Aquel hombre le daba mucha ternura, pero al mismo tiempo cuando la invadían estos recuerdos a ella le dolía.

Le dolía que solo se quedarían en recuerdos, ya que de volver a tan siquiera abrazarlo...se podía despedir de él y esta vez para siempre.

Se sentía culpable y se odiaba a si misma cuando terminaba de tocarse recordando aquellas anécdotas eróticas, ¿Cómo quería olvidarse de Kazuto si hacia aquello?

El Dottore y la ConejitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora