Te necesito.

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Kairi.

Sigo en la palmera. Aun puedo sentir su mano junto a la mia. Pero se que solo es lo que anhelo. Él ya no esta a mi lado. Y por mi culpa. Todo es mi culpa.

Mis lágrimas comienzan a derramarse otra vez. Siento como mi corazón duele. Un dolor tan insoportable, que tengo que sostener mi pecho con mis manos.

"Sora. Te necesito. Te extraño."

Todos mis recuerdos de él me vienen. Desde que nos conocimos. Siempre con esa hermosa sonrisa.

Escucho unos pasos, y no puedo evitar voltear mientras deseo que sea Sora. Pero por más que lo desee él no volverá.

Riku no me dice nada, solo se sienta a mi lado mientras me sigue viendo llorar. En algún momento tengo la necesidad de abrazarlo. Él me rodea con su brazo y me recarga sobre su hombro.
Quiero decirle algo pero, todas las palabras se quedan en el camino. Solo me desahogo.

Para cuando vuelvo a abrir los ojos, veo las estrellas en el cielo. Siento los ojos pesados. Debí haberme quedado dormida en algún momento. Aunque mi llanto también debió ayudar.

Puedo sentir que todavía estoy recargada en el hombro de Riku. Se ha quedado conmigo todo este rato.
Se que soy una egoísta y que debería dejarlo irse y descansar pero, no tengo las fuerzas necesarias para moverme e ir a mi casa. Es como si mis músculos estuvieran tan relajados que incluso si les ordenará algo no se moverían. Incluso mis ojos se vuelven a cerrar.

Escucho unos pasos acercarse. Y se detienen cerca de nosotros. Alguien me esta acariciando el cabello.

-Si todos nos sentimos mal, ella debe estarlo pasando peor - reconozco la voz de Naminé. Suena tan dulce.
-Lloró hasta que se quedo dormida. No pude ni moverla.
-¿Quieres que me quede yo con ella? Se que no somos tan cercanas, pero tú también necesitas...estar a solas.
-Riku me abraza aun más fuerte. Como si quisiera protegerme - Esta bien. No te preocupes. Realmente no me molesta en absoluto. No estoy cansado.
-Esta bien. Entonces, buenas noches, Riku.
-¿Te iras sola?
-No me pasará nada.
-¿Sabes remar?
-Puedo intentar.
-¿No podrías esperar hasta que ella despertará?

Finalmente vuelvo a abrir los ojos. Naminé esta enfrente de mi, con su mirada fija en Riku. Cuando vuelve la mirada hacia mí se sorprende.

-Oh. Perdona. ¿Te desperté? - dice con una dulce voz. Yo solo muevo mi cabeza en señal de negación.

Riku sigue abrazándome. Ambos se me quedan viendo. Esperando con paciencia que yo diga algo o me levante. Pero no quiero hacer ninguna de las dos. Aun así, me separó de mi mejor amigo y me limpio los rastros de lágrimas que aún quedan en mi rostro. Luego bajo de la palmera.

-¿Quieres agua? ¿Algo? - me pregunta Naminé.
-No...gracias -Puedo notar que se siente incómoda. Tiene la mirada baja y trata de que nuestras miradas no se cruzen.
-Yo...voy a esperar en el bote.

Antes de que ella pueda irse, yo le agarró la mano.
Probablemente quiera dejarnos a solas para que Riku hable conmigo, pero yo aún no quiero hablar de nada. No estoy lista.

-¿Kairi?
-Riku baja de la palmera - Será mejor que nos vayamos a casa - se adelanta camino al bote.

Me siento mala amiga. Él también debe sentirse mal y aun asi, vino a consolarme. No se apartó de mi lado en ningún instante. Y yo ni siquiera se lo agradezco.

Comienzo a llorar otra vez. Naminé aprieta mi mano con un poco más de fuerza. Como tratando de decirme "Esta bien. Llora todo lo que necesites".

Ella me conduce hasta el bote, y el resto del camino, mientras Riku rema, ella no suelta mi mano.

Finalmente al llegar a la isla principal, todos nos bajamos del bote.

-¿No vienes Riku?
-tengo que asegurar el bote primero. Si quieres, lleva a Kairi a casa.
-Naminé le sonríe de manera triste - Esta bien. Adiós Riku.

Ambas nos dirigimos camino a mi casa, pero apenas avanzamos lo suficiente para que Riku no pueda vernos. Suelto la mano de Naminé y me detengo. Ella me mira extrañada.

-Naminé.
-¿Si?
-...No lo abandones.
-¿eh?
-Él no debe estar solo.
-¿Hablas de Riku?
-Justo ahora yo no puedo ser una buena amiga. No puedo verlo a los ojos - mis lágrimas comienzan a salir otra vez - Cuida de él por mi - le digo antes de salir corriendo.
-¡Espera, Kairi!

Es lo mínimo que puedo hacer. Riku no se merece este trato de mi parte, y ella tampoco. Pero extraño tanto a Sora, que no puedo evitar ser débil.

Llegando a mi casa. Subo tan rápido como puedo a mi habitación. Cierro la puerta y me recargo contra ella. Poco a poco me siento en el suelo mientras no dejo de llorar desconsoladamente.

"Sora, por favor. Dime que todo esto no es más que un mal sueño, y que volveré a verte".

-Vuelve, por favor.

Sin importar que... [Post Kingdom Hearts 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora