Una parada refrescante.

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—muy bien, Pluto. Llegamos a nuestro destino — veo a lo lejos un reino con un gran castillo — Es un bonito lugar.

Pluto no tarda en andar de un lado a otro. Debe empezar a aburrirse de lo largos que son los viajes.

—saco mi gumifono — muy bien, veamos... No tengo idea de donde estamos. Este lugar no me parece conocido a ninguna de las descripciones que me dieron Donald y Goofy, pero si que esta en las coordenadas... Mmmm... — devuelvo el aparato a mi bolsillo — bueno, el reino no está muy lejos. Ya investigaremos allá. Igual, ya debes tener hambre, así que compraré provisiones.

Nos dirigimos Montaña abajo, rumbo al pueblo.
Al entrar vemos lo animado que esta todo. Parece que los barcos acaban de llegar para descargar algunas cosas. Eso nos viene bien. Sin embargo la gente no para de venir de un lado a otro con mucha prisa, así que me trato de hacer a un lugar despejado para no estorbarles.

Sin darme cuenta llego a estar muy cerca de un enorme y bello palacio.

Hay más gente aquí, pero parece que se estan divirtiendo.

—la fuente esta... ¿Congelada? — no puedo dejar de ver esta maravilla. No solo por la forma, sino porque me parece imposible encontrarme con esto en un lugar donde hay sol y buena temperatura.
— linda ¿no es verdad?
— Si, pero me sorprende ver lo grueso que es el hielo.
—cortesía de mi hermana. Esto no es nada para ella.
—¿en serio? — volteo a ver a la chica que me habla. Lleva un bonito vestido, pero me llama más la atención la corona que lleva en su cabeza — oh disculpe. Yo no sabía que estaba hablando con alguien de la realeza, yo...
—esta bien, esta bien. No me gustan las formalidades — sonríe — la verdad me acerque porque pareces visitante.
—Oh. No sabía que era tan obvia.
— es solo porque te quedaste sorprendida con el hielo. Todos en Arendelle saben que mi her...— se aclara la garganta — perdón, la reina, tiene poderes de hielo.
—ah... — me siento torpe.
— pero me sorprende ver a alguien que no es del reino por aquí. Quiero decir, aun no llegan los barcos.
—De hecho si — respondo rápidamente — Yo...vengo de visita para conocer este reino.
—ah, ¿en serio? ¿Con que fines? ¿Ver a la reina? ¿Comprar hielo?
—... Provisiones — es todo lo que sale de mi boca. Realmente estoy nerviosa.
—¿provisiones?
—¡si! Provisiones. Es que solo estoy de paso. Yo estoy de viaje.
—Oh, eso es genial. A mi me gustaría también viajar para ver el mundo. Pero un viaje por una montaña llena de nieve es más que suficiente por un tiempo.
—Si, es lindo ver más lugares.
— ¿cuál es tu nombre?
—Mi nombre es Kairi. Es un placer majestad — hago una pequeña referencia.
— Princesa Anna de Arendelle. El placer es mío — sonríe — bueno, puedes tomar todas las provisiones que quieras. Sientete bienvenida.
— gracias.

Ella se va para hablar con más personas. Parece una princesa atenta y preocupada por su reino, aunque algo hiperactiva. Eso me hace pensar... ¿Qué pensará de mi la gente cuando me ve por primera vez?

Puedo imaginarme lo que pensaban de Sora. Un chico positivo, con una sonrisa contagiosa. Alguien en quien confiar. Solo de pensar en él se me dibuja una sonrisa en los labios. Esperó verlo pronto.

—me siento al borde de la fuente —entonces... Arendelle — veo en mi gumifono la nota de este lugar — lo extraño es que aquí dice que lo visitaron cuando todo estaba cubierto de nieve — levanto mi mirada para ver a mi alrededor — viéndolo ahora es difícil creer eso.
—Oye, yo conozco ese aparato — miro que la princesa esta a mi lado viendo mi gumifono — se parece a el aparato que Sora traía.
—...¡¿Sora?!
— ¡Si! Lo saco una vez para tomarnos una foto, ¿vienes de donde él?
—... Si...yo soy su amiga.
— no viniste con él durante su viaje.
— No. De hecho esta es la primera vez que yo viajo. No esperaba que la princesa lo conociera.
—Ahora imagínate si supieras que la reina lo conoce. Porque eso es verdad.
—¿Cómo?
—Yo me lo topé cuando subía la montaña para ir a hablar con mi hermana acerca de que su poder había congelado todo el reino. Él dijo que se la había topado, y que también iba a verla porque estaba en peligro. Y... Ahora que lo pienso, no recuerdo haberla visto en peligro en las montañas.

La nota decía que habían conocido dos hermanas. Ambas eran princesas del corazón, como yo. Tal vez por eso estaba en peligro. La organización debía estar tras de ellas.

— hola, ¿sigues aquí? — Anna esta pasando su mano enfrente de mi cara.
—¿eh? Si, si. Perdón.
—El caso es, parecía una persona que no mentiría, además de alguien de confianza, así que aunque no lo conocí mucho, parecía un buen chico.
—Lo es.
— y...¿Por que vienes sola? Me hubiera gustado volver a verlo.
—Él...esta...desaparecido. Estoy en su búsqueda.
—Oh, eso...eso es horrible. Tal vez podamos ayudar. Podríamos mandar equipos de rescate o...contactar otros reinos.
—No,no. Es muy amable de su parte, pero es un viaje muy largo para ustedes. No se preocupes. No soy la única buscándolo.
—¿lo buscas a través de otros reinos?
—si.
— espero lo encuentres. Y para que veas mis buenas intenciones y mejores deseos, yo misma me encargaré de darte provisiones.
—No, no porfavor. No podría abusar así de la amabilidad de la princesa.
—A-N-N-A. Mi nombre es Annna.
—...esta bien. Yo no podría...
— ¿Qué pasa aquí? — un chico de buena apariencia se acerca a nosotras.
—ah, Kristof, te presento a Kairi. ¿Recuerdas a Sora? El chico que nos topamos en nuestro viaje.
—como olvidarlo.
—ella es su amiga.
—Un placer — contestó.
—un placer.
— retenla aquí mientras le traigo algunas cosas — sale apresurada de regreso a su castillo.
—pero yo no... — suspiro resignada.
— ella es así. Encantador, ¿no?
—me recuerda a alguien igual de insistente.
—al principio puede ser irritante, pero luego no puedes vivir sin esa energía que lleva con ella.

Creo que mi mirada se torna triste con esas palabras. Es verdad. Extraño demasiado esa energía positiva.

—¿quieres entrar?
—¿al castillo? — pregunto sorprendida — no podría.
—claro que puedes.
—pero... — Él comienza a caminar. A mi no me queda más remedio que seguirlo — vamos pluto.

Justo cuando estamos por entrar al castillo, un muñeco de nieve abre la puerta.

—oh, hola. No sabía que teníamos visitas.
— me le quedo viendo atónita. Nunca había visto un muñeco de nieve, mucho menos vivo — hola.
—vienen conmigo — dice Kristof — pasa.
— de acuerdo. Permiso.
—iré a hablar con Elsa. Tal vez quiera ver a nuestra invitada — el muñeco de nieve se va caminando por uno de los pasillos. Yo no puedo parar de verlo mientras camina — interesante.
—conociendo a Anna, no debería tardar.
— no hay ningún problema si tarda. Están haciendo un favor por mi. No podría pedir más.

Mientras aun no terminaba de hablar, veía como alguien traía una pesada bolsa, y bastante grande. No me permitía ver su cara.

— ¡¿Anna?!
—ah, Kristof. ¿La chica ya se fue? Whoa — la bolsa estaba a punto de caerse pero el chico y yo fuimos a su rescate. Aun así algunas cosas terminaron en el suelo — ¿aun estas aquí? ¿Qué alivio?
— trajiste demasiado. ¿Qué te hace pensar que esta chica podrá llevarse todo esto? — colocamos la bolsa en el suelo.
—Nunca subestimes a una mujer — respondió ella.
—no lo hago. Pero es que esto no puedo ni llevarlo yo, más que arrastrando.

Recojo algunas de las cosas en el suelo. Es un montón de comida.
Yo no se que decir. Pero mi estomago, si. Gruñe con una potente fuerza. Me pongo roja al darme cuenta que ellos lo han escuchado.

— Eso suena a que no has comido en un tiempo.
— que verguenza — susurro aun avergonzada.
—No te preocupes, yo se como arreglar eso — ella me toma del brazo y prácticamente me arrastra a una de las habitaciones del castillo.

¡Happy aniversary Kingdom Hearts!

La verdad no iba a publicar este episodio tan pronto, pero ya que es el aniversario del primer juego, me di ese lujo.

Sin importar que... [Post Kingdom Hearts 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora