Tras la pérdida de su gente Clarke encontrara un inesperado aliado.
En esta segunda parte las traiciones y nuevos enemigos harán que la protagonista se vea envuelta en una desicion que pondrá en juego lo que construyo... ¿Clarke traerá más muerte o...
Corrí sin importarme el dolor, podría decir que me dolía cada parte de mi cuerpo, incluso algunas desconocidas, las piernas me quemaban y el pecho irradiaba un ardor que salía por mis fosas nasales, ni siquiera estaba segura de que Lexa me estuviera siguiendo.
Las ramas azotaban mi rostro y brazos pero no fue impedimento para llegar a la colina donde estaba cerca el campamento, me incline un poco hasta descansar mi cuerpo colocando el peso en mis manos que ahora estaban sostenidas por mis rodillas.
La decepción se reflejó perfectamente en mi rostro y me pude dar cuenta gracias a Lexa, que al llegar casi al mismo instante conmigo, tocó mi hombro tomando mi atención.
- Clarke - miró con detenimiento el campamento, desde ese punto se obtenia una vista completa- ¿ese es tú campamento?
Asentí a la vez tratando de regular mi agitada respiración.
- Dijiste que habian muerto - su tono era desconfiado-
- Eso creía... o creo, realmente no lo se -rectifique-
Habia un gran nudo en mi cabeza, todas mis hipótesis se habian juntado y ahora no encontraba ni el principio ni el fin.
- Vamos - caminé erguida un par de metros delante de la chica ojiverdes-
Nos acercamos hasta la puerta de par en par dónde nos daba la bienvenida un agujero casi de mi tamaño, cruze temblorosa y me paralize frente al transbordador, la puerta seguia cerrada...
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Los pasos de Lexa dejaron de escucharse y nos impregnamos de un silencio abrumador, esperaba que ella dijera algo pero permanecía inmutable, me gire y al contrario de mi, ella no reflejaba ninguna emoción, simplemente observaba los cadáveres calcinados en el suelo, eran cuerpos de todos.. Terrestres, Arkadianos, los caníbales de los que Lincoln prometió informarme después.
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Trague gordo y rodee el transbordador hasta posicionarme frente a la abertura que habia provocado Murphy con su huida.
Traté de escalar pero fui completamente incapaz, Lexa acudió a mi ayuda y con sorprendente habilidad en pocos segundos ya estaba arriba posicionada para ayudarme a subir, tome su mano y con un gemido a modo de protesta por el dolor termine arriba.
