FALLEN FROM THE SKY: UNSTEADY

EN MARCHA

Bellamy mantuvo su postura las siguientes semanas, me apoyaba pero aún trataba de convencerme de que lo mejor sería retirarnos, Octavia por su parte se mantuvo alejada de mi

—Solo tienes que presionar así y esto te dará tiempo para que llegue alguien con los instrumentos adecuados

Terminé de dar el último curso de primeros auxilios y fui a la tienda donde se encontraba mi madre

—Hija, que bueno que llegas. He visto todo lo que les has enseñado a esos jóvenes y-

—No vine aquí a socializar o en búsqueda de algún cumplido, hoy nos iremos y quiero que cumplas con tu parte del trato, irás a la montaña y curaras a Raven

—Estas llendo a una guerra inecesaria, Clarke, es muy peligroso

—Cambiarias de opinión si hubieras pasado lo que yo - di la vuelta para salir, no sin antes decirle la verdad - enviar a cien chicos a un planeta irradiado también era peligroso, "Madre"

No podía evitar sentir rabia hacia ella, pero el tono con el que pronuncié la última palabra, debió de haberla destrozado y me sentí tan mal, aún así debía ser fuerte

Llegue a la puerta donde Bellamy terminaba de repartir armas a la vez que explicaba los peligros y les daba consejos y advertencias, Alex se encargaba de dar las mochilas con suministros

El sol comenzó a ocultarse y vi en el horizonte que un pequeño grupo se acercaba con dos jinetes por delante, pronto los alcanzó un tercer jinete que aumentó su velocidad hasta llegar primero a nuestra puerta

— Wanheda... Veo que estás cumpliendo tu parte, yo haré lo mismo y los escoltaremos hasta la nación de hielo

Nos llevó día y medio llegar a la famosa nación de hielo, apenas cruzamos la línea de sus fronteras y un gran ejército nos rodeo, nos quitaron las armas y me llevaron junto con Bellamy hasta el corazón de la ciudad, en un principio pensé que se parecería a Polis, pero sus construcciones estaban más deterioradas y los estilos de cada tienda eran diferentes, todas estaban sumamente protegidas por rejas, se notaba el control que su reina ejercía sobre su pueblo

— Mi querido hijo, al fin has hecho algo bueno por tu gente. Tú exilio ha terminado -hablo su madre en cuanto Roan me presento — El principe está de vuelta

Las personas a su alrededor se inclinaron, la reina alzó una mano y una mujer, delgada y alta con el rostro pintado de blanco, me llevo hacia ella, en un segundo hizo que mis piernas se doblarán y quedará de rodillas

Bellamy se alteró y comenzó a remoliniarse tratando de safarse, gritando amenazas a cualquiera que viera, el príncipe Roan puso una mano en su hombro y habló a su madre

— Le he traído algo mejor de lo que me ha pedido

— ¿A qué te refieres?

Roan hizo salir a todos del lugar, quedando solamente su madre, Bellamy, y nosotros dos

— Quiere mi poder para enfrentar a la comandante, Lexa, pero aún así le sería difícil ganar, yo puedo garantizar su victoria, yo puedo acercarme a Lexa

La reina de Azgeda me miraba incrédula

— ¿Y qué ganarias?

— Mi pueblo tendría protección

Sabiendo que para su madre no era de total agrado el ofrecer protección, Roan me miró animandome a seguir adelante, ahora me tocaba decirle mi oferta

— Y el suyo tendrá la cabeza de la comandante

Las armas fueron devueltas a mi pueblo, nos dieron espacio para que durmieramos y durante los próximos días planeamos nuestro ataque

Me recosté junto a un árbol, dejando de lado una hoja en la que dibujaba para quitarme el estrés de encima

Unos pasos calmados se acercaron y después sentí que el dueño de ellos se acostó a mi lado

— ¿Cómo estás?

— Estoy bien Bell...¿Y tú?

— Aún dudo que sea buena idea, pero sabes que estoy contigo

— ¿Crees que tu hermana pueda entender por qué lo hago?

— Solo espero que tú de verdad lo entiendas, Clarke, yo me encargaré de que ella respete nuestras desiciones...es lo único que puedo hacer

Asentí y nos mantuvimos en silencio un tiempo

— Clarke, mañana es el día... Prométeme que te vas a cuidar, no podría perderte

Hablamos casi hasta que el sol salió, regresamos a nuestras tiendas y esperamos hasta que sonó el cuerno que indicaba la hora, había llegado el tiempo de enfrentarme a Lexa de nuevo