Sakurako se precipitó sin dudar, sacando sus propias conclusiones lo que trajo consigo un huevo de problemas. Problemas que por caprichos del destino le fue difícil solucionar sin antes pagar caro lo ocurrido.
Pero ¿quién la puede culpar a ella de un simple accidente?
Bueno, accidente o no. No es que Olivia, nombre que recordaría para siempre, fuera una chica tan rencorosa, sin embargo Sakurako no contaba con que esa chica rubia con la que estaba saliendo su novia Himawari por simples rutinas de estudio y cosas de la universidad, tuviese una amiga bastante influyente y algo malcriada, que no dudó ni un segundo en acusar a la pobre Sakurako de un intento de asesinato.
Hanako Honda la loca, haciendo berrinches, culpo a Sakurako de un sinfín de historias bastante absurdas y carentes de imaginación, pero que de las cuales no tuvo tiempo de defenderse. Ya habiendo buscado y rebuscado el motivo principal por el cual Sakurako actuó como actuó, se llegó a la conclusión de que actuaba por celos, y eso era definitivamente la verdad, pero de cometer un acto sangriento era volarse demasiado la mente, cosa que Sakurako no quiere afrontar.
En fin, después de todo el teatro que se armó por parte de la bicicleta y una pierna rota por parte de Olivia, a golpe de martillo la juez Riko Saikawa a quien Sakurako hizo notar un pequeño defecto de su voz y que bromeara con lo del espejo que cargaba por frente, Riko ni corta ni perezosa la sentencio a prisión sin derecho a fianza.
Fue punto final para aquel capitulo, Sakurako fue trasladada a una prisión de máxima seguridad, no sin antes dirigirse a su novia Himawari
— lo siento — dijo con lágrimas en los ojos
— yo... también lo siento... lo siento tanto Sakurako
La vida que le esperaba después ya no sería una muy bonita, los sueños que algún día tuvo junto a Himawari, poco a poco se fueron marchitando. Alejada de su amor, moriría sin remedio. Alejada de Himawari, toda vida carece de sentido. Sin ver la luz del día por un largo periodo no le caería muy bien, sin ver esos ojos que la enamoraron, recordándolos una vez suspira deseando que esos ojos vuelvan a iluminarle otra vez.
Pero.
Volviendo al presente
Gracias a una revuelta que ella misma inicio y que sospechosamente le había salido a pedir de boca, Sakurako estaba al fin en los brazos de su querida pechos grandes, la sexi Himawari.
— No sabes la mucha falta que me haces — decía una Himawari en la comodidad de una cama mientras Sakurako la despojaba de todas sus prendas
— Puedo notarlo — Sakurako bromeo con lo privado de Himawari sacándole un gran suspiro a la chica
— ¡deja de tontear y hagámoslo!
Parecía que todo volvía brillar para Sakurako, aunque, no había pensado que seguramente ya estén tras sus pasos y que de agarrarla no dudarían en meterla de nuevo en prisión sumándole más tiempo a su condena. Pero ¿quién tiene tiempo para pensar en eso cuando la pierna de tu novia esta sobre tu cara mientras la entretienes chupando los dedos de sus pies al tiempo que tratas de seguirle el ritmo a su cuerpo que te golpea con violencia sumándole que la cama se balancea tan fuerte que parece que pronto se rompería?.
Mientras la parejita se daba amor, alguien llegaba al departamento de Akari. Esta persona llegó de forma sigilosa y con cuidado de no ser vista, procedió a irrumpir en el piso de la pelirroja. Pero pero, de pronto unos gemidos llegaron a sus oídos, rápidamente su mente trabajó y a la conclusión que llegó le destrozó el corazón, ya de su mano cayó una flor cuyo significado de pronto murió. Y así como llegó ella se retiró, excepto que ahora dejaba un rastro por donde caminaba, un rastro de lágrimas.
Más adelante sus lágrimas tuvo que tragárselas pues una persona se le cruzó en el camino. Choqueada talló sus ojos y sus anteojos arregló, mientras aquella chica inoportuna le regaló la más hermosa de las sonrisas. Y así rápidamente la atrapó entre sus brazos girándola y besándola para estar segura que ella no era producto de su imaginación.
Sin embargo
— pero... Akari-chan... si tu estas aquí, quien está en... — la verdad que las piezas no le encajaban a Chitose por ningún lado
— ¿no has entrado todavía? — Chitose enrojeció de la vergüenza, ¿Cómo contarle a su novia que segundos antes había imaginado lo peor? Así que solo negó con la cabeza — es este...
— hey ustedes dos — un par de chicas en uniforme interrumpió a la pareja
Akari se tragó sus palabras y de forma sutil se colocó a un lado de Chitose, esforzándose por mantener las apariencias.
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Prisionera
RandomSakurako es encerrada en prision y nadie sabe por que, mas su encierro no duraría mucho