Al día siguiente...
Himawari estaba lista para iniciar con lo ya acostumbrado, mientras desayunaba en su casa junto a su hermana, pensó plenamente en aquella colmilluda que casi no la deja dormir desde aquel triste día. Mas había recientemente aquella desafortunada noticia que hizo que sus sueños se volvieran algo mas complejos.
Aunque si le mirases de pies a cabeza, no pensarías que algo malo sucede, aun si todo el mundo se llegase a enterar de aquella terrible noticia, Himawari haría lo humanamente posible para mantener las apariencias. Tal como lo hacia en aquel momento, memento en el que perdió por un instante su valor y algo mucho mayor.
Kaede podría no estar de acuerdo con las mascaras que usa su hermana, pues sabe bien que ella sufre pero sin el consentimiento de su hermana no le quedaba mas que el silencio. Pero, al menos que llegase a encontrarse con aquella chica la cual tantos problemas le ha dado a su hermana, estaría un poco estancada sin tener el valor suficiente para enfrentar a Himawari.
- que te vaya bien - dijo la pequeña despidiéndose de su hermana
- claro, hasta luego Kaede - le respondió marchándose
Había un mal presentimiento sobre aquel día, sin noticias nuevas sobre Sakurako, Himawari pensaba en que solo era cuestión de tiempo pues es a ella a quien la castaña quiere. Tal vez así seria mejor, si solo ella fuera el objetivo de Sakurako, nadie mas tendría que salir herida. Esa es su recompensa por lo que hizo, su castigo por no tener la fuerza para detener a Sakurako.
Cuando llego a la estación precisamente supo que su pensamiento anterior había sido errado. Ella, aquella linda pelirroja no estaba por ningún lado, rápidamente tomó su celular y marco el numero de su amiga solo para ser redirigida al buzón de voz. ¿No podría haberse atrasado?, era una posibilidad, sin embargo era la primera vez que sucedía ya que el departamento de la pelirroja esta mucho mas cerca de la estación que la casa de Himawari.
Volvió a marca una, dos, tres veces, siempre con el mismo resultado. Pronto empezó a entrar en pánico ¿que debía hacer? ¿debía llamar a la policía? Podría hacer todo menos lo ultimo, no faltaba tal acompañamiento si llegase a equivocarse, ademas Sakurako no se atrevería a enfrentar a la policía sin un as entre sus manos.
- Akari por favor - recogió sus pasos hasta cierta distancia donde rápidamente se desvió rumbo hacia el departamento de la pelirroja
A prisa avanzó por la ciudad, aquel pequeño tramo hasta un edificio donde vive la pelirroja. Ahora Sakurako ya no parecía ser tan tonta, ella sabia bien que la policía la buscaría y que la pelirroja no seria un gran obstáculo, ademas de que conseguiría lo que quería con el mínimo esfuerzo. Eso es algo que Himawari sabia perfectamente, estaba por darle a Sakurako lo que ella quería.
Llego luego hasta la entrada del departamento, con insistencia tocó el timbre pero nadie le dio respuesta. Intentó forcejear la puerta y casi se hace daño ya que la puerta estaba abierta. Rápidamente se levantó del suelo empezando a llamar a la pelirroja, que como en el caso anterior, esta simplemente no respondía.
- ¡Akari-chan Akari-chan! - quedo completamente muda al ver a una chica que sin importale veía como si nada la televisión, mientras comía de un tazón algo de cereal.
Himawari se llevó una mano hacia su pecho tratando de hacer que su corazón se calmase por un momento. Pero, pareció que ella había escuchado aquellos latidos ya que despacio giro su cabeza para verla, en sus labios una enorme sonrisa apareció y sus ojos aquel brillo llenos de emoción.
- hola Himawari - dijo alegre Sakurako levantándose del sofá y apagando la televisión, pero sin soltar su comida
- Sakurako - su cuerpo tembló mientras ella se acercaba
- ¿me extrañaste? - pregunto manteniendo su adorable sonrisa
- ¿donde? - quiso decir pero las palabras parecían lejanas e inalcanzables
- ¿que cosa? - Sakurako quiso jugar pues sabia lo que Himawari quería saber - ¿buscas a la pelirroja? - Himawari asintió lentamente - lamentablemente ella nos ha tenido que dejar, es una pena - dijo Sakurako fingiendo tristeza
- ¿donde esta Akari-chan? - aunque todavía su cuerpo temblara ella debía saber el paradero de su amiga
- que insistente pechos grandes - Sakurako llevó una cucharada de cereal a su boca y masticó maleduca - ya te lo dije, pero bueno... - dijo moviéndose hacia una mesa donde dejo el tazón de cereal - pronto podrás verla pechugona, pero antes... - rápidamente se aventó sobre Hima para acorralarle en una pared - tu y yo debemos hablar -
Himawari miró hacia esos ojos que estaban llenos de rabia, sin nada mas que hacer dejo que su cuerpo se aflojara y sin oponerse trato de calmar a la ira de Sakurako - lo siento - dijo lentamente, como aquello que quiere fluir de sus ojos que rojos se empezaban a poner
Sakurako no cedió y con firmeza le dijo - solo debías hacer una cosa pechugona, pero fallaste a la promesa que me hiciste y por eso estoy aquí - llevo una mano hacia el rostro de Himawari tocando con las yemas de sus dedos parte de la delicada piel de la chica que se estremecía ante el contacto
- ¡lo siento! - Himawari hizo intentos para que ella no la viera llorar pero era imposible - lo siento Sakurako, yo... yo tenia miedo -
- ¡y que hay de mi! - dijo Sakurako elevando la voz - ¿sabes acaso por lo que he tenido que pasar? Tu y tu ausencia alimentaban mis pesadillas - tomo impuso y aventó su cuerpo hacia atrás, con un movimiento de su mano derecha la paso frente a sus ojos
- lo siento - volvió a decir pero sin importarle ya, sus ojos se inundaron - tenia miedo -
- yo... yo... - Sakurako retrocedió al ver aquellas lagrimas, le asustaba y temía ser la causa - solo quería estar contigo - dijo volteando el rostro para que ella no la viera toda roja - pensé que tu ya no... ya no importa -
- ¿creíste que ya no te amaba? - pregunto, y el silencio de Sakurako lo confirmaba.
- no quiero... saberlo - dijo ella
Himawari se armo de valor, o al menos el suficiente para acercarse y con su mano tomar la de ella. Sakurako la sintió tan cerca que por instinto la miro a los ojos solo un instante, suficiente para volver a caer prisionera de aquellos que con dulzura le miraban. Roja ella quiso acortar la distancia pero Himawari le detuvo dándole un golpe en la cabeza.
- eres una idiota Sakurako - aprovechando que la loquita se sobaba el golpe, Himawari la tomó desprevenida llevando su rostro mas cerca al de ella - pero eres mi idiota -
Aun después de un largo tiempo, casi infinito para Sakurako, aquellos labios seguían siendo tan asombroso como la primera vez que en un arranque de celos Sakurako beso a la pechos grandes. Sintiendo aquellas sensaciones Sakurako cerró sus ojos mientras le correspondía y tomando a Himawari de la cintura la estrecho contra su cuerpo que deseaba sentirla una vez mas.
- tonta Himawari - dijo suspirando antes de ser silenciada por un nuevo beso de la pechos grandes
Hola a todos, paso a saludarles y preguntarles ¿que les esta parece este fanfic?
Ya saben, cualquier cosita me la dejan en los comentarios, y no olviden dejar su estrellita (si estas leyendo esto en Wattpad) y no olviden llevarle flores a la linda Akari-chan (que en paz descanse)
Yo soy Gabriel que les dice: Sean felices
Nos vemos en una nueva actualización (que posiblemente sea "Cuentos De La Nieve" o "Dulce Pesadilla" aun no lo tengo muy claro) Adiós y manténganse a salvo.
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Prisionera
RandomSakurako es encerrada en prision y nadie sabe por que, mas su encierro no duraría mucho