- disculpen que las interrumpamos, pero necesito hacerles unas preguntas
De la nada y sin previo aviso apareció en el edificio de apartamentos un par de chicas en uniforme, contrario a lo que cualquiera pudiera esperar Akari sabía más o menos que buscaban. Chitose por su parte no estaba al tanto de lo que acontecía con una de sus amigas, así que para ella era algo bastante inesperado.
- Oh bueno - dijo Chitose y miró un segundo a su novia que sujetó su mano en forma discreta - ustedes dirán
Una de las oficiales levantó un Tablet y le mostró una fotografía a la pareja - ¿han visto a esta chica? - preguntó esperando una buena respuesta que de una buena pista
Chitose quien no estaba en onda le sorprendió bastante ver una foto de Sakurako, rápidamente se preguntó el porqué de esa pregunta pues, ¿no se supone que está en prisión? ¿Sucedió algo con ella? Y muchas otras preguntas - que Ōmuro-san
Al instante las policías estudiaron su comportamiento, y también el de Akari, quien era mucho más serena y reacia a la foto - ¿la conoces? - preguntó la oficial
- Claro - dijo Akari apresurada - está en las noticias, se supone que ahora está prófuga ¿cierto? - Akari no quería ser involucrada con Sakurako, en otras circunstancias podría decir sin titubear que son buenas amigas, pero por la situación actual, si decía la verdad es posible que quedara involucrada con Sakurako arrastrando también a Chitose.
- Así es - le contestó la oficial - una pareja dijo que la vio dirigirse hacia esta dirección ayer en la noche - ciertamente hasta la fecha era la única pista que tenían
Chitose miró de reojo a su novia y recibió un suave apretón de mano, Chitose entendió que algo más estaba pasando y que sería mejor dejar que Akari diera detalles a las oficiales, pues parece que Akari sabe cosas que ella no. Luego se molestaría en ponerse al día aunque recordaba haber oído algo en la radio aquella mañana, pero claro no presto mucha atención.
- Ayer en la noche - Chitose tenía una coartada así que respondió sin miedo - lo siento pero salí de la ciudad ayer en la mañana y acabo de regresar
- ¿y usted? - le preguntaron a la pelirroja
- bueno yo he estado aquí pero no he visto u oído nada sospechoso últimamente - dijo Akari, forzó una sonrisa que pareciera sincera pero que Chitose atravesó casi de inmediato
- ¿no saben si alguien del edificio ha visto algo sospechoso?
- No - dijo Akari nuevamente - pero pueden hablar con la encargada si gustan
- si gracias - dijo la oficial dando luz verde a las chicas - manténganse alerta, y avisen de inmediato a la policía cualquier escena sospechosa que vean
- claro que sí oficial
- buen día señoritas
Mientras las policías se adentraban en el edificio Chitose ayudándose de que Akari la seguía sujetando, la jalo suavemente en dirección a la calle. Akari le siguió sin decir nada pues solo miró su rostro y se dio cuenta de que a Chitose no le agradaba algo.
Doblando en una esquina llegaron a una cafetería, Chitose no había desayunado aun así que tomando asiento con la pelirroja pidió un café que acompaño con un ligero desayuno. Mientras esperaba su orden suspiro y se levantó de su asiento descolocando a la pelirroja pero luego de eso rodeo la mesa y se sentó junto a la pelirroja a quien enseguida la rodeo y dio un beso muy tierno
- ¿quieres decirme que sucede? - le hablo despacio sin alejar mucho su rostro
- Sakurako-chan - respondió Akari, Chitose levanto una ceja y sin problemas creo su propia conclusión
- ella está en nuestro departamento, ¿verdad? - Akari asintió sintiéndose mal por haber mentido anteriormente
- Esperaba tener una hermosa mañana contigo Akari-chan - Chitose quiso mejor dejar de lado eso y no darles más conflictos a la pelirroja - quería sorprenderte esta mañana, ver tu rostro mientras dormías y susurrarte al oído palabras dulces, luego al mirarte por mucho tiempo no resistiría la tentación de besarte y hacer el amor
- lo... lo siento - Akari apartó la mirada y la bajó apenada, pero Chitose acarició su rostro y obligo a mirarle los ojos, ella tenía sus mejillas sonrojadas bella imagen que provocó un salto al corazón de Chitose
- puedo hacerlo cualquier día, de hecho... confieso que lo hago cada mañana desde que vivimos junas, bueno, supongo que tu solo recuerdas la última parte - Chitose se sonrojó y sus ojos se iluminaron con el brillo angelical de la mirada de Akari
- Chitose - Chitose beso su nariz y luego bajó hasta sus labios dejando un casto beso antes de alejarse por completo y soltar a la pelirroja
- Te amo - dijo y se levantó para volver a estar frente a la pelirroja al otro lado de la mesa.
Mientras tanto...
Olvidando, por un momento, lo que acababan de hacer, Himawari y Sakurako tuvieron una pequeña charla en la cocina de Akari
- Esto es lo más estúpido que se te ha ocurrido - dijo Himawari quien estaba imaginando las consecuencias que la fuga de Sakurako provocaría
- no me eches la culpa, sabes que todo lo hice por ti - Sakurako se cruzó de brazos mientras a Himawari se le endulzaba el corazón pues el significado de las palabras de Sakurako era algo maravilloso
- si pero - no era el momento de ablandarse - todo esto no hubiera ocurrido si cierta persona no se le hubiera ido la lengua con la juez
- esa se las traía conmigo - reafirmó la castaña
- ¡por favor Sakurako! - Dijo Himawari empezando a ser más severa - ¿acaso no piensas? Solo tenías que pagar los daños y pedir disculpas, pero no, a la niña se dejó dominar por sus tontos celos
- ¡crees que no lo sé! - Sakurako dijo elevando la voz, Himawari se sorprendió por ese repentino estallido - ¡no sabes cómo me arrepentí después, no sabes cómo me odie! Pero al menos creí y guardaba la esperanza de que tú no me abandonarías
Sakurako lloró recordando el dolor que pasó encerrada, la tristeza que la envolvió cuando su esperanza se iba marchitando, pues al pasar los días su ángel de cabello azul nunca apareció. Luego las imágenes, las fantasías amargas de una Himawari feliz en los brazos de otra mujer, las palabras vacías yacían en sus recuerdos y cayeron en mentiras que sonaron dulces en su momento.
- yo no te abandone - dijo Himawari también sacando su dolor por la pérdida de su querida novia - pero tuve miedo... - Sakurako agachó la mirada comprendiendo el dolor que ella vivió - miedo de que tú me guardaras rencor, miedo de que las cosas cambiaran entre nosotras
Sakurako comprendió que ella no era la víctima en ese juego, y que le estaba haciendo daño a la mujer que amaba. Ojala no hubiera dudado de su amor, así nada de eso hubiera pasado y tendría una hermosa vida con Himawari.
- Lo siento mucho - dijo la castaña y sin pensarlo dos veces se abalanzó a los brazos de Himawari
- Pero sabes Sakurako - Himawari la recibió y apretó muy fuerte - tus tonterías me han demostrado que tan fuerte es tu amor
- cómo
- fácil, solo una tonta ciega de amor se escaparía de prisión para ver a su novia - es en ese momento que Himawari rodo los ojos por un pequeño detalle - pero solo tú te escaparías de prisión a tan solo dos semanas de cumplir tu condena, y todo solo para verme.
Sonaba estúpido, la verdad que sí, pero qué diablos. En ese momento y antes de que dos policías tumbaran la puerta del departamento, Himawari y Sakurako se dieron un último beso.
Himawari la vio alejarse una vez más, pero esta vez sonrieron mutuamente porque aunque tal vez tenga que esperar un mes más, Sakurako regresará y la amará intensamente como siempre lo ha hecho. Por otro lado Sakurako ya no sentía miedo, regresaría a prisión y todas las internas se inclinaran ante su presencia, pues la primera en escapar de la cárcel de máxima seguridad merece respeto y admiración. Además su ángel estará esperándola, su amada contara los días y su reencuentro será mágico

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Prisionera
AcakSakurako es encerrada en prision y nadie sabe por que, mas su encierro no duraría mucho