Yumi Scott, un chica diferente a la mayoría, acompaña a su mejor amiga »Carolina» al concierto de la famosa banda, Calpurnia, esta no los conoce y no esta interesada en lo absoluto, pero el ruloso, Finn Wolfhard, mira entre todas las chicas que bail...
— Duele. — digo — el enrulado me mira a los ojos, frunce el entrecejo preocupado y bufa. Una vez más, presiona el algodón en mi ceja.
— Tan siquiera hubieses dejado que te explicara. — dice enojado, seguido, sopla la herida que Carolina dejó en mi ceja.
— Lo que paso iba a pasar me explicaras o no. — digo.
— No, no lo creo. — asegura todavía serio. Hay una pausa. Aguardo a que continué, pero parece que espera a que yo hable.
— Pues . . . — Realmente no hay nada que pueda decir al respecto.
— Okey.
— Me estás juzgando. Crees que soy una salvaje.
— ¡Claro que no!
— Lo sé. Estás usando tu voz de crítica.
— ¡No es cierto!
— Por supuesto. Si. Me queda más que claro.
— ¡Yumi! — parpadeo.
— ¿Tiene caso que me disculpe? — le digo.
Entonces me mira, tan cerca cómo fuera posible, mira mis labios y remoja los suyos. Me pongo nerviosa, y pasa su mano por toda mi mejilla hasta llegar a mi barbilla, y ahí alza mi cabeza un poco más firme, acercándose con lentitud.
— Tesoro. — mi madre.
— ¡Madre! — mis mejillas comienzan a arder, mi madre arruinó el momento.
— Uy, no se vayan a poner contentos. — dice esta "graciosa". Al ver que ninguno de nosotros dos río, tose y seguido, se pone seria. — Iré de negocios, ¿te quedarías Finn una noche? — Finn me mira, voltea a mirar a mi madre, quien con el ceño fruncido esperaba respuesta, entonces me mira otra vez, pero le pego un manotazo en la cabeza.
— Reacciona, tonto. — le digo. — agarra su cabeza y asiente varias veces. — ¡Si! No hay problema, señora. — sonríe apenado.
— Hasta mañana. — lanza un beso, y se va.
— Hasta mañana. — susurramos.
Nos besaríamos, pero mi madre arruinó el momento. Estoy tapada con una colcha gruesa hasta mi estomago, Finn esta sentando en la orilla de mi colchón, con ambas manos recargadas a los lados de mis caderas.
— Entonces. — sonríe. — No más comunicación con Caro. — afirma.
— ¿Perdona?
— No más comunicación con ella.
— ¿Con quien? — ladea la cabeza.
— Dijiste CARO. — mastico las palabras.
— ¿Juegas? — sonríe sarcástico y bufa molesto.
— No. — digo, hago puchero, y el enrulado mira mis labios.
— No sabes lo que eso provoca en mi. — sonríe.
— En lo absoluto. — me recuesto en mi almohada y me acomodo de un lado poniendo ambas manos en mis mejillas.
Finn se nota serio, quizá incomodo. Quita la colcha de mi cuerpo y se mete en esta, seguido, vuelve a acomodarla, quedando a un lado mio, pero sin mirarme, este mira el techo.
— ¿Que pasará después? — dice voz ronca.
— ¿Después de qué?
— Cuando todo este enamoramiento acabe.
— Acaba de empezar. — suspiro
— Si. — pero, te cansarás, te cansarás de mi y de lo que soy capaz de hacer. — Por amor. — completa, y finalmente, voltea hacia mi.
— Entonces estaré muerta. — el enrulado ríe de igual forma que yo lo hago mirándonos en fijo a los ojos. — No te canses de mi. — susurro, una vez seria.
— No te prometo nada. — mira al techo una vez más, de cierto modo me siento ofendida. Este me mira de re ojo, suelta una risa y vuelve a mirarme en fijo. — Que chica con labios deseables y besos encantados le pide a un idiota que no se canse de ella. — abre la boca confundido. — ¿Que acaso eres tonta, cosita? — me río avergonzada y pongo una mano en su pecho para después recostarme en este. — Finn. — susurro.
— ¿Si? — con sus dedos masajea mi cabeza y comienza a acariciar mi cabello, de forma que me relaja.
— Te quiero, te quiero mucho. — toma mi barbilla y la alza hacia él. — ¡También te quiero! — dice en un tono tonto, que de igual forma suena gracioso, comenzamos a reír, y luego luego, nos ponemos serios.
Sin nadie que arruine el momento, sin ningún ruido o obstáculo, nos besamos, un beso cálido y lento, tan duradero que termino enamorándome más, tanto que no siento mis piernas, que mi estomago comienza a temblar debido a mis locas mariposas, tanto que este se separó, y no pude darme cuenta por mantener los ojos cerrados.
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¡COSITAS! Omg, extrañaba actualizar esta historia, es una de mis favoritas, sin duda alguna. ¿Que les pareció? Perdón por la tardanza, es horrible, disculpen:'( V
oten y comenten de forma libre, las estaré leyendo, cositas hermosas, chao.
