catorce.

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"estoy sentado en un cráter desierto, sigo aguardando el temblor 
en mi cuerpo, nadie me vio partir, lo sé, nadie me espera
hay una grieta en mi corazón, un planeta con desilusión"

5 horas de sueño no eran nada. "Basta de dar vueltas en la cama" se dijo Paloma. Cerró los ojos y después de  lo que parecieron cinco minutos, la alarma de su celular despertó de manera estrepitosa cada célula viviente que habitaba en ella. 

-Mierda- era lo único que podía pensar.

Se levantó, lavó la cara y se miró al espejo. El moretón seguía morado al costado de su frente, justo debajo del flequillo todo parado. En un par de horas tendría la conferencia de prensa y necesitaba estar presentable, ya saben, hegemonicamente presentable.

Se planchó el pelo y se acomodó el flequillo. Pero no le gustó cómo le quedaba, así que se mojó el pelo, se lo volvió a secar y se lo volvió a planchar. Lo acomodó con demasiado spray para cabello...
El maquillaje fue otro proceso más. Primero que no se notaba, después que llamaba mucho la atención. Terminó optando por lo básico: delineador, iluminador y un poco de pintalabios. Y mucha base sobre el golpe. Mucha.
Desayunó y salió del hotel directo hacia el estadio, del cual estaba a un par de largos minutos.

Cuando llegó, se sintió petrificada. En realidad no tenía mucha idea de qué hacer. Mostró su "credencial" y fue guiada hacia la sala de conferencias. Sus manos ya le habían empezado a sudar. No es que no supiera nada de fútbol, pero nada a nivel profesional. Se sentó en una de las sillas y miró a su alrededor. La mayoría eran hombres (por no decir todos). Paloma no era tonta y no vivía en un mundo de fantasía, iba a tener que pensar una buena estrategia para salir victoriosa de aquel nido sexista.

El reloj marcó las 12 en punto del mediodía y los protagonistas entraron. Primero hablaría el equipo local, para luego dar paso a los visitantes. Frente a ella, Favre y Reus se sentaron en la mesa que les correspondía, dando comienzo a la conferencia. 

Las preguntas eran... aburridas. Se notaba mucho el partidismo de los periodistas. El mismo bla bla bla de siempre. Sin embargo, después de insistir con su brazo levantado, Paloma fue seleccionada para hablar. Decir que se le fruncieron hasta los tobillos era poco. Acercó el grabador a su boca y preguntó.

-Paloma Coceres, para la revista Madrid, de España. Dos preguntas, Marco ¿qué crees que debería hacer el Dortmund para vulnerar la defensa de la cual Simeone ha hecho un arte? y si pensas que estos partidos son fundamentales para tu reincorporación a la selección alemana- tomo una bocanada de aire y estiró el grabador. 

El delantero miró hacia su costado, esperando la traducción del encargado.  Paloma lo observó expectante y no podía negar lo lindo que era. Esas clases de rubios que siempre la volvieron loca. Y este encima era futbolista. 

La voz del alemán la sorprendió, la esperaba de alguna manera mucho mas grave. Asintió mientras el rubio respondía, aunque no entendiera ni una palabra. Luego, el encargado tradujo la respuesta. En sí, mas chamuyo. Las preguntas habían sido aburridas, por lo tanto, las respuestas iban a ser aburridas. Reus apenas que la había mirado y no la había reconocido. El golpe no había servido de nada. No había nada que pudiera hacer. Los teutones se retiraron para dar paso a los españoles. Por suerte -y a sorpresa de los presentes- Simeone apareció con Diego Godín, y no con Griezmann. Paloma realizó un par de preguntas y escuchó con detenimiento la de los demás, en búsqueda de alguna idea para innovar. 

Al finalizar, Paloma volvió al hotel para tomarse otra ducha y prepararse para el partido de la noche. El golpe en la frente que la pelota le había ocasionado aún le seguía doliendo y ya estaba empezando a maquinear que tenía una contusión o algo por el estilo. De todas maneras, no estaba en sus planes -ni en su itinerario- ir al médico en Alemania, donde no entendía ni la mitad de las cosas.

De nuevo, hizo el ritual de secarse y plancharse minuciosamente el pelo y volvió a maquillarse. Mientras le daba los últimos retoques al moretón para que no se notase, se le ocurrió una idea que podría valerle buen contenido. Solo tenía que espera a la zona mixta luego del partido...

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palomacoceres ha subido una historia
📍Dortmund, Germany

A ver esa champions league #borussiadortmund ☢️

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El segundo tiempo estaba por comenzar. La primera parte del partido se había desarrollado con el marcador en cero y muy pocas llegadas a los arcos. Paloma se había concentrado en sacar fotos del estadio y sobre todo, de la tribuna. Le parecía que podía sacar algo lindo de allí. Podría hablar de las hinchadas y mecharlo con algo de historia, quizás. Los jugadores estaban algo lejos, la muchacha se encontraba en las bandejas superiores y no tenía ningún lugar diferenciado. Había intentando lo más posible acercarse pero no hubo caso. Así era trabajar con bajo presupuesto (sumado a la ineptitud de su jefe).

La pelota rodó y el rutinario partido volvió a comenzar. Paloma ya estaba algo aburrida y el moretón -que ya mas bien parecía un hematoma- le había vuelto a doler. Se acomodó el flequillo varias veces para evitar que se viera lo morado. 

Escuchó los gritos cada vez mas eufóricos de la gente y volvió la mirada al campo de juego. La pelota estaba en manos del Madrid que atacó con toda su armada. A los 16 minutos del segundo tiempo, el Atlético anotó, siendo el autor nada mas y nada menos que Antoine Griezmann.

Inconscientemente, Paloma gritó y aplaudió de forma simpática, porque Antoine haciendo goles era algo que siempre le había gustado ver y festejar. Sin embargo, ni en un millón de años la muchacha se imaginaría lo que estaba a punto de pasar.

El bobo festejo del francés frente a la tribuna fue interrumpido por el saludo de sus compañeros, quienes tomaron el balón y a la fuerza lo colocaron por debajo de su camiseta. Allí estaba, entonces, Antoine, parado, totalmente congelado, con la pelota de fútbol rellenando su abdomen. Lo que solamente podía significar una cosa.

Paloma dejó de aplaudir y se quedó inmóvil, mientras todos los hinchas del Madrid alrededor de ella se abrazaban y festejaban. El tiempo se había detenido y su figura se había resaltado. Debajo de ella el cemento de las gradas estaba temblando y no estaba segura si era un terremoto real o la tristeza en su mente. O ambos. Miró a Griezmann a lo lejos, y sabía que la estaba mirando. Aunque no la estuviera viendo, sabía que la estaba observando. Se sentó y deseó con todas sus fuerzas que ese momento pasara lo mas rápido posible. Escondió la cara en sus manos y se obligó a no llorar. 

La grieta en su corazón se había vuelto un precipicio sin final, en donde ella estaba cayendo sin paracaídas. 

"Oh oh oh, el temblor, despiertame cuando pase el temblor"

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No sé que tan bueno es este fanfic pero me encaaaaanta escribirlo a base de canciones de soda 

Como siempre, si les gustó no se olviden de votar y comentar!

Canción: "Cuando pase el temblor" Soda Stereo

paloma. || antoine griezmann ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora