MARVEL SMUT ─ one shots & imagines

o1. Tony Stark

One shot dedicado a -moonlightony
Espero que lo disfrutes😏
Y me disculpo por la tardanza, la universidad me come!!

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Trabajo de laboratorio

La chica suspiró, caminando por la torre. El reloj daba las once de la noche y Tony no había salido del laboratorio o al menos denotado señales de vida durante horas.

Era la cuarta noche ya en la que Victoria se quedaba despierta, esperando por él. La agente conocía la obsesión de Tony por sus inventos y no era nuevo que se quedase en vela durante toda una semana para mejorar su tecnología, de la cual a ella poco le interesaba.

Llegó hasta el laboratorio y se quedó en el marco de la puerta con los brazos cruzados. Se aferró de su bata, viéndolo trabajar con absoluta concentración, y despues caminó hacia él. Tony en ningún momento despegó sus ojos del artefacto en el que estaba trabajando.

—¡Oye!—Tony se quejó al ver que Victoria apagó el holograma.

—Ya basta—replicó su novia con seriedad.

El multimillonario parpadeó.

—¿Disculpa?—con un gesto de mano los planos volvieron a aparecer frente a él.

—¡Tony, deja eso!—ordenó Victoria con enojo—. ¿Hace cuanto no duermes? Dime. Descansa un poco...

Tony suspiró y se frotó el rostro.

—Lo siento, estoy estresado. Es todo.

—Hay más formas de desestresarse—sugirió Victoria con una mirada pícara.

Tony ya sabía a dónde iba aquello.

—¿Y qué sugieres?—el genio se cruzó de brazos acercandose a ella, fingiendo que no había entendido en absoluto.

—No lo sé, un descargue de energía quizá.

Una sonrisa burlona se extendió en el rostro de la mujer. Victoria se inclinó hacia Tony y sus labios pronto se fundieron en un beso que poco a poco fue aumentando su intensidad. Las manos de Victoria recorrieron su cuerpo hasta llegar a sus pantalones, tomando su erección creciente. Mientras Tony recorría sus caderas y sus pechos con suavidad, gimiendo al sentir sus manos en su longitud.

El millonario tomó a la agente de la cintura y la posó encima de la mesa frente a él, subiendo su bata. No encontró nada debajo de ella.

—Eres muy sucia, amor—habló en su oído después de romper el beso. Se ganó un gemido de parte de ella, y su boca atacó su cuello mordiendo y lamiendo suavemente su piel.

—Yo- quiero hacerte sentir bien—dijo Victoria. Su respiración era entrecortada.

Tony la vio con ojos llenos de deseo y Victoria se bajó de la mesa, desabrochando sus pantalones y liberando su erección palpable. Al verla de rodillas frente a él, Tony se estremeció y soltó un ligero gruñido cuando su lengua comenzó a lamerlo. Poco a poco, iba introduciéndolo en su boca, chupandolo lentamente. Sintió la mano de su novio en su cabello. La sensación que Victoria le provocaba era demasiada. Sentía que iba a venirse pronto si seguia así y necesitaba estar dentro de ella ahora.

Sin previó aviso la apartó de él suavemente y Victoria se puso de pie, sabiendo lo que quería. Ella también estaba humeda para ese punto. La colocó encima de la mesa, no sin antes quitarle la bata y desnudarse a sí mismo. Sus pechos tocaron la superficie de metal y Tony apartó sus piernas entre sus respiraciones agitadas, admirando su humedad, y se posicionó en ella, entrando lentamente.

—Tony—gimió Victoria. Sus manos tomaron con fuerza la superficie en la que estaba recostada.

—Siempre estás preparada para mí—susurró profundamete inclinándose en su oreja. Su voz provocó que sus paderes se apretaran alrededor de él involuntariamente. Era increible lo que podía hacer en su cuerpo sin mover un dedo.

Comenzó a moverse dentro y fuera de ella, tomando sus caderas con fuerza. De seguro iban a dejarle marcas, pero no importaba. Victoria era suya y solo suya. Los gemidos y el sonido obseno de su pelvis encontrandose con su trasero inundaban el laboratorio de la torre, y la puerta de cristal no ayudaba mucho en su privacidad. Pero la adrenalina corría en ellos al saber que podían ser vistos por cualquiera en su estado más primitivo y animal.

Tocó aquel punto dulce en Victoria, ganandose un quejido de placer y sintió sus paredes apretándose continuamente. Estaba cerca. Su orgasmo vino, y Victoria dejó salir un gemido alto, obligandose a sí misma a gritar contra la mesa. Un gruñido vino de Tony y embistió más rapido en ella hasta que pudo correrse dentro de ella.

Una capa de sudor envolvía sus cuerpos, tratando de estabilizarse. Tony salió de ella momentos después y Victoria dio la vuelta con una sonrisa en la cara.

—¿No es esto mejor que tus robots?—preguntó con una sonrisa cansada.

Tony se inclinó y la besó con pasión.

—Ni siquiera tienes que preguntar.