MARVEL SMUT ─ one shots & imagines

o4. Steve Rogers

Les traigo nuevamente un pedido! Esta vez le toca a Steve. Para RunawayK, espero que te guste linda!💜

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Aris era la nueva trabajadora en Industrias Stark y para la mala suerte de Steve, era nada más y nada menos que la sobrina de Tony. Hace poco había terminado su maestría y por supuesto Tony no podía dejar que el cerebro de Aris se fuera a la competencia.

Era el tercer mes ya y la tensión entre Aris y Steve eran tan palpable que hasta el despistado de Thor se daba cuenta. El carácter de Aris era tan parecido al de Tony, cosa que fácilmente ponía al Capitán en un mal humor. A veces solo la presencia de Aris era suficiente como para molestarlo y la joven se aprovechaba de eso.

Aris era inteligente y sabía que Steve era bastante irritable, sin mencionar que era bastante bien dotado y un caballero, pero Aris no lograba creerse todo el cuento de 'el hombre perfecto'. Steve nunca hacía nada malo, nunca levantaba la voz a nadie, y si lo hacía actuaba con suavidad y respeto. Siempre trataba de mantenerse al margen y Aris buscaba romper su pequeña fachada de niño bueno.

Una noche, Steve bajó a la cocina después de una misión. Su prioridad era buscar comida y después ir a darse un baño, pero al entrar a la habitación sus ánimos y su apetito cayó por los suelos. Aris alzó los ojos al escuchar sus pasos y le sonrió maliciosamente.

—Buenas noches, Capitán—dijo burlona sentada desde la barra.

—Buenas noches, Aris.

Steve abrió la refrigeradora dandole la espalda. Un escalofrío le había recorrido con solo ver sus labios curvados. A veces Steve no estaba seguro si en realidad la odiaba o estaba desarrollando otra clase de sentimientos hacia la sobrina de Tony. Cuando tomó una manzana entre las manos Steve giró en sí mismo para irse, pero no esperó encontrarse con Aris a pocos centímetros de su cuerpo.

La fruta se resbaló de su mano y tragó en seco al verla tan cerca.

—L-lo siento, ¿hay algún problema?—Steve tartamudeó.

Aris negó. Sus ojos penetraban cada centímetro del alma del rubio y le encantaba.

—Entonces puedes dejarme pasar...

—No quisiera—sonrió con los brazos cruzados.

Steve bufó. Estaba cansado y no iba a soportarla.

—Escucha, Aris, acabo de venir de una misión y no estoy de humor para esto—sentenció el rubio.

Aris levantó sus manos y comenzó a alejarse con lentitud.

—No estoy haciendo nada.

—Pues creo que has hecho mucho—dijo Steve y se dispuso a recoger su fruta del suelo.

—¿Disculpa? Hoy ni siquiera te he visto... hasta este momento.

—No, pero tú sabes de lo que hablo.

Ese fue el turno de Steve para sonreír. Aris abrió los labios con sorpresa.

—Bien, me atrapaste.

Aris volvió a caminar hasta él.

—No me creo tu lado de 'chico bueno'. Tú también tienes una doble cara, Steve. No lo niegues.

El semblante de Steve cambió a uno plano e inexpresivo. Dio un par de pasos hacia Aris, obligándola a chocar con la barra detrás de ella. Sus manos apartaron el libro que estaba leyendo antes y sus ojos se conectaron con los de Steve. No sabía qué hacer o decir, era la primera vez que lo veía de esa forma.