o8. Pietro Maximoff

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Dedicado a @_Pocky-Lisa

Es mi primera vez escribiendo a Pietro y debo confesar que lo disfruté xD

Espero que te guste hermosa!!!💜💜

•••

—Vamos, Pietro. No te entreno para nada—Ariel rodó los ojos por vigesima vez en la mañana.

—Relájate, hago esto todos los días—contestó el peliplateado. En solo segundos estaba sentado en una de las bancas en la sala de entrenamiento.

Pietro se volvía mas escurridizo conforme pasaban el tiempo y Ariel, siendo la vengadora a cargo del entrenamiento de Maximoff, sentía que su paciencia se agotaba.

—¿O será que prefieres otra cosa?—Pietro alzó las cejas coqueteando. Su acento era bien marcado en sus palabras.

—Ay, por favor, ya basta—contestó Ariel, cruzándose de brazos. Los colores se le subieron al rostro y Pietro notó el nerviosismo que provocaba en ella.

El gemelo sonrió con satisfacción y juguetonamete.

—Entonces sí te gusto.

—¡No! Bueno, sí.

Pietro rió en voz alta.

—Pero no es tiempo para hablar de eso, debes controlarte y hacer lo que yo diga, ¿okay?—demandó la vengadora cruzándose de brazos.

Pietro alzó las cejas y se levantó hasta caminar hacia ella tranquilamente. Cada paso que daba hacia Ariel hacía que su corazón latiera más y más pues la presencia del sokoviano provocaba más de algún suspiro en ella. Pietro se detuvo a unos pasos de Ariel, quien tragó saliva por la cercanía.

—¿Ah, sí?—susurró.

Apartó un mechón de su cabello provocando un escalofrío en la piel de Ariel, confirmando la atracción inmediata entre ambos. Ariel se mordió los labios al sentir sus dedos vagando por su cuello y su piel.

—Deberías obedecerme de vez en cuando, Ariel—pronunció con su marcado acento haciendo que la vengadora se estremeciera por su contacto y su voz.

—Tal vez...

Entonces Pietro lamio la suave piel de Ariel, pasando su lengua por su cuello seductoramente. Ariel se aferró de él apegandolo a su cuerpo y gimió con la respiración entrecortada al sentir su boca succionando su punto dulce. Las manos de Pietro vagaron por su cuerpo y se deshicieron de su ropa de gimnasio con rapidez, pronto los dos estuvieron desnudos, besándose y peleando con sus lenguas por la dominación del otro.

La sala estaba llena de gemidos y gruñidos mientras ambos frotaban sus cuerpos. Pietro la acorraló entre su anatomía y la pared, besandola desesperadamente. Las manos de Ariel recorrían sus musculos rasguñando de vez en cuando su espalda y sus fuertes hombros ganándose un gemido de dolor del peliplateado, hasta que llegaron a tocar su miembro erecto.

Pietro saltó y rompió el beso. Ariel sonrió con malicia y se mordió el labio para después ponerse de rodillas en el suelo y rapidamente recorrió con su lengua su miembro, tomandolo en su boca poco a poco. La vista de Ariel completamente a su merced entregándose a el se le hizo excitante y por instinto comenzó a mover sus caderas para que pudiera tomar más de él entre sus suaves labios. Se sentía tan bien.

Ariel gemía, provocando que las vibraciones en sus cuerdas vocales le volvieran loco y poco después detuvo sus movimientos, liberando la longitud de Pietro de sus labios.

—No sabes cuanto te necesito—dijo Ariel poniendose de pie. Sus pupilas estaban completamente dilatadas.

Pietro la tomó de las caderas e hizo que quedara de espaldas hacia él; sus pechos tocando la pared de la habitación. Y entró en ella de una sola embestida. Dejó que se acostumbrara a su tamaño mientras besaba su clavícula, y luego Ariel movió sus caderas para que continuara.

Las manos de Pietro se aferraron a la cintura de Ariel y comenzó a embestirla, su pelvis chocando contra su trasero hacian un sonido obsceno en la sala de entrenamiento, lleno de sus gemidos. Ni siquiera se esforzaban en ocultarlos. El placer era tal que Ariel comenzó a ahogar sus gemidos cuando Pietro tocaba aquel punto debil en su nucleo y la forma en que susurraba en su oído las cosas mas sucias con aquel acento sokoviano lo hacían mas emocionante y ardiente.

—Por favor, por favor—rogaba Ariel al sentir su orgasmo cerca, sus paredes se contraían alrededor de su miembro.

—¿Quieres que me corra en ti?—gruñó en voz baja.

—Sí, sí, por favor... oh, ¡Dios!

Con un grito Ariel llegó a su climax y momentos después Pietro se derramó en ella dandole un par de embestidas más, haciendo su orgasmo más intenso. Ariel tembló debido a la experiencia y se aferró a la pared. Pietro descanso besando su hombro mientras aun estaba dentro de ella. Pasó un silencio entre los dos cuando intentaban recuperar el aliento.

—A la proxima necesito que uses tu velocidad—comentó Ariel.

El peliplateado rió, que bueno que no sería su ultimo encuentro.

MARVEL SMUT ─ one shots & imaginesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora