Capitulo 9

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Élet

Necesitaba hacer algo para distraerme. Estaba harto de ir siempre a los mismos sitios, asi que aprovechando que mi padre no iba a estar en todo el fin de semana, decidí montar una fiesta.

Avisé a Oliver de mi plan, mientras él se encargaba de correr la voz entre nuestros amigos y conocidos, yo me dediqué a comprar el alcohol y algunas tonterias más.

Cuando se hizo la medianoche empezó a llegar gente. Iban pasando los minutos y aquello cada vez estaba más lleno. Había gente por toda la planta baja y por el jardín. Todos ya estaban advertidos de otras veces, de que la planta de arriba estaba prohibida.

Gente enrrollandose por todas partes, vasos de plástico que pasaban de mano en mano, el alcohol estaba presente en todos los cuerpos.

Saludé algunas de aquellas personas mientras me acercaba a la cocina. Me estaba sirviendo una copa, cuando unas manos me recorrieron la espalda.

— Hola guapo — susurró aquella voz muy cerca de mi cuello — te estaba buscando.

— Pues ya me has encontrado. ¿Qué quieres Ali? —  podía llegar a ser muy pesada cuando se lo proponía, y yo no estaba para soportar sus estupideces.

— ¿Tu que crees? — su mirada desprendía deseo — hace semanas que no nos vemos…

Ali y yo nos soliamos enrollar de vez en cuando. Los dos sabíamos muy bien las reglas de  aquella relación, estábamos de acuerdo en que no queríamos ningún tipo de compromiso.

Llevábamos con ese rollo alrededor de un año, y nos iba bastante bien. Las normas eran muy claras: solo sexo.

— ¿Qué me dices? — empezó a deslizar sus manos por el interior de mi camiseta.

Yo había bebido demasiado, necesitaba desfogarme un poco, y en aquel instante lo vi claro. Desde que habia conocido a Noa que la temperatura de mi cuerpo estaba mucho mas alta de lo normal.

Le asentí con la cabeza y me adentre en el salón, con Ali pegada a mi espalda, esquivamos a la gente y nos adentramos en el despacho de mi padre.

Nada más cerrar la puerta se abalanzó sobre mi, haciendo que la cogiara en el aire. Enrosco sus piernas alrededor de mi cintura, y buscó mis labios desesperadamente.

Yo le respondí devorando los suyos. Poco a poco fui caminando hacia el escritorio, mientras seguia besandola. Con una mano tire al suelo todo lo que había encima, y la senté en el borde, quedándome de pie entre sus piernas.

La miré intensamente, mientras sus manos se escabullian por debajo de mi camiseta y acariciaba mi torso desnudo.

Tiré lentamente de su vestido hacia arriba dejándola únicamente con ropa interior.

En un abrir y cerrar de ojos estabamos haciendolo sobre el escritorio.

Luego todo pasó muy rápido.

Gemidos.

Embestidas.

Gritos ahogados.

Susurros con mi nombre.

El sonido de la puerta abrirse.

Unos ojos color avellana.

Un escalofrío.

Aquellos ojos abiertos como platos.

Un joder estallando en mi boca.

¿Qué coño hacía Noa allí mirándonos? Al cruzar nuestras miradas salió disparada de allí.

Mierda.

Me vestí rápido y salí a buscarla. Se había metido entre la gente y no la veia. Hasta que vi una cabeza con un moño desordenado que se dirigía con mucha prisa hacia el pasillo de la escalera. Corrí esquivando a todos aquellos cuerpos sudorosos y la alcanze, rodeando su brazo con mi mano.

Al tocarla sentí otra vez esa puta sensación. Se giró para mirarme, se la veía algo alterada.

Sin quitarle los ojos de encima, empecé a dar pasos hacia ella, haciendo que retrocediera.

Podía oler su delicioso aroma a fresas. Lo inhale, al igual que hacía cada vez que estaba cerca de ella.

Me miraba intensamente, aunque no sabría descifrar qué era lo que sentía. ¿Miedo? ¿Deseo?

Seguí dando pequeños pasos hacia ella, hasta que  su espalda tropezó con la pared.

Apoyé una de mis manos justo al lado de su cabeza y con la otra atrapé un mechón que se le había escapado de aquel desastroso moño.

Noa dió un pequeño respingon ante mi acción.

— ¿Así que te gusta mirar? — pregunté mientras me acercaba más hacia ella y la dejaba acorralada.

— ¿Que? ¡No! No, yo… No sabía que... — se estaba poniendo más nerviosa  de lo normal, una pequeña carcajada escapó de mi boca — Solo te estaba buscando… me habían dicho que te habían visto entrar allí dentro…

— ¿Y porque me estabas buscando? — le pregunté levantando una ceja — ¿Te ha gustado lo que has visto? — sonreí con descaro.

— ¡No! ¡Por dios! ¿Porque eres tan engreído? Has montado una fiesta, con un montón de gente que no me dejan dormir. Y encima no me has avisado — aquello hizo que  me riera más fuerte.

— No te equivoques, esta no es tu casa. No tengo porque avisarte ni darte explicaciones — acerqué más mi cara a la suya.

— Apártate — me dió un fuerte empujón sobre el pecho, el cual no me esperara e hizo que me tambaleara un poco. Aprovechó ese momento para escabullirse, pero yo era más rápido y conseguí alcanzarla, tirando de su brazo.  

—Te dije que era mejor que no salieras de tu habitación — le dije enfadado. Aunque ni siquiera sabía por que lo estaba. Bueno si, era por ella, me sacaba de quicio, pero al mismo tiempo conseguía hacer temblar todo mi jodido cuerpo.

— Suéltame.

— ¿Por qué coño no me has hecho caso?

— Te he dicho que me sueltes.

— ¿Por qué has bajado? ¿No te podías quedar quietecita?¡Joder!

— Suéltame, por favor — empezó a suplicarme.

—¿Sabes? No me gusta que se metan en mis asuntos y menos que me interrumpan mientras follo — mierda, mierda, mierda. No podía perder el control.

—Me estás haciendo daño — su voz era temblorosa y sus ojos empezaron a humedecerse. Joder ¿Qué estaba haciendo?

— Será mejor que la próxima vez me hagas caso… — la solté y me aleje de allí lo más rápido que pude.

Me hacía perder la razón, yo no era así. Cada vez que me acercaba a ella con la intención de hacerla enfadar, mi cuerpo se alteraba de una forma que nunca antes lo había hecho. Y aquello no me gustaba para nada. Estaba saliendo mal parado.

Tenía que conseguir que se fuera de mi casa lo antes posible, no creía que pudiese vivir con ella bajo el mismo techo.

*******

¡Holi!

Parece que Élet tiene dos caras, ¿porqué se comportará asi?

Sigue leyendo para descubrir más :)

Alba Morn 😘

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