El libro

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En la mansión Agreste.

Aún estaba algo oscuro y todos dormían incluyendo Adrien el cual se movía en su cama como si tuviese una pesadilla.

-Despierta.

Oía como alguien parecía susurrarle al oído, era una voz distante, sin emociones y no muy grave.

-Despierta.

El chico despertó pero no abrió sus ojos.

Tenía miedo, no sabía de donde venía ésa voz.
Quizás sólo fue un mal sueño.

-Despierta. Ja, ja, ja, ja, ja.

¡No era un sueño!
Alguien le susurraba que despierte mientras reía muy despacio y lento.

-Adrien Agreste, te estamos esperando. Despierta.

Su cuerpo temblaba del mismo miedo.

¿Quiénes lo esperaban?

Que no sea lo que él creía por que aún era muy joven para ir al más haya.

-Ya se que estás despierto, no finjas estar durmiendo y levantate, te estamos esperando.

El rubio trago duro.
Tenía mucho miedo y su cuerpo lo demostraba por que estaba sudando y temblando.

"¡Vamos Adrien, hazle frente!"

Reunió valor, abrió sus ojos y...

-¡AAAAAH!

En la oscuridad vio una sonrisa siniestra y dos ojos que no reflejaban vida brillar.

Se cayó de su cama, se puso de pie y chocó con mesas, sillas, armario, heladera, pared... ¡¿por qué tenía tantas cosas inútiles en su habitación?!

Llegó a la puerta de su habitación, la quiso abrir y se maldijo por que la cerró con llave y la llave estaba debajo de su almohada, donde ésa cosa lo seguía viendo.

-Al fin haz despertado.

Ésa siniestra silueta se acercó a él y él se sentó en el suelo muerto del miedo.

Cerró sus ojos esperando lo peor y...

-Por fin te levantas holgazan, tengo hambre.

¡Pero que rayos!

Palpeo un poco la pared, encendió la luz y ésa silueta siniestra no era nada más ni nada menos que su adorado kwami el cual tenía hambre y hablaba distinto por que el día anterior se ahogó con un queso y se lastimó la garganta.

-¡Plagg, te voy a asesinar!

-¡¿Y yo qué hice?!

Se puso a perseguir a su kwami con enojó y ganas de llorar como nunca antes tuvo.

Está vez Plagg se pasó de la raya, ¡Casi le provoca un infarto!

Mientras el intentaba derrumbar a su kwami del techo lanzandole su zapatilla una figura sonrió desde las sombras para luego desaparecer.

Luego de rendirse en su intento de atrapar a Plagg miró la hora y ya se le hacía tarde para la escuela.

¿Cuánto tiempo estuvo persiguiendo al kwami?

Se puso a buscar una muda de ropa para ir a darse una ducha rápida y entre sus cosas encontró una chaqueta negra de cuero y una caja polvorienta.

-¿Desde cuándo tengo esto guardado?

Plagg lo miró de lejos.

-Desde que estoy contigo siempre estuvo pero como tú siempre te pones la misma ropa nunca lo notaste.

París embrujado (Cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora