11:48 p.m.
Una y otra vez, golpe tras golpe, una pelea callejera en un desolador pasaje, pero ¿qué más daba? Al moreno no le importaba estar recibiendo una golpiza, en el fondo se sentía merecedor de la misma, aquella sonrisa, maldita sonrisa angelical que oculta el rostro de un demonio, aquellas palabras, tan jodidamente sinceras.
Dejarme es tan fácil
Porque no significo nada para ti
Un golpe más lo descolocó completamente, quedando inmóvil, hundido en sus pensamientos, ignorando el dolor.
Maldito Taeyang, te quiero, solo puedo ser tuyo, no puedo pensar en alguien que no seas tú, estoy enfermo, doy asco, como sea.
Me apuñalaste
Pero tú...No tenías lágrimas en absoluto
Rió, fríamente, pensando en lo ridículo que debía verse. Su pequeño ambiente de felicidad se había roto y con ello su vida.