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Me vi obligado a vestir como tu querías


"Hwi, tengo frío"

"Vamos, toma mi mano, nadie nos ve"

"¿Me amas?"


Todas esas frases eran tan características del mayor, profundamente marcadas en su mente.
El ambiente era gélido, contrario a todo lo esperado de una cafetería. Jugaba con una galleta, remojandola y sacandola de su té, hasta que esta se rompiera y quedara sumergida dentro de la taza, casi podía ver la cima de aquella pequeña montaña de galletas que esperaban pacientes el rescate de la cuchara.

-Kyun, estás mal.

Una silueta se acercó, sentándose a su lado, giró la cabeza, reconociendo la sonrisa que tan sarcásticamente se mostraba ante él.

-Chani, ¿por qué demoraste tanto?- el menor se inclinó acercando su rostro al ajeno.

-No creerás lo que me pasó, eh, antes de que sueltes una tontería escucha todo lo que tengo que contarte, además, que más da perder tu tiempo conmigo, no es como si tuvieras algo más productivo que hacer.

El rubio sonrió, siempre que estaba con Chani podía pensar en algo más, cualquier cosa, que no tenga que ver con lidiar con su miserable vida, o con el pesar de ya no tener a su ex novio para consolarlo.

-Ya que si sigo en silencio te sumergirás en tus pensamientos suicidas mejor te cuento- el contrario rodó los ojos- esta madrugada encontré a un chico, estaba golpeado y parecía zombie, y hacía grr, cerebros... ¡No, no, espera! No podría pronunciar bien la "rr" y si lo hiciera, tendrías a alguien que te humillase.

Hwiyoung golpeó el hombro del más bajo, riendo por la pésima redacción que había hecho el menor, además de los extraños sonidos que hacía, trataba de detenerlo, ya que todas las miradas estaban puestas en ellos.

-Ya entendí, para.

-Umh, recuperemos la compostura -tosió un par de veces, dispersando la atención de todos-. Como te contaba este chico me dijo que se llamaba Seok, creo que Seok Woo.

-¿Seok Woo?

El menor asistió enérgicamente y se dispuso a continuar su relato pero el mayor se levantó, Chani lo miró confundido. Podía recordar el nombre, los mensajes que llegaban constantemente al celular de Taeyang, ese maldito "Seok Woo".

-Hay algo malo con él, ¿lo conoces?

-No -respondió cortante, mas al ver como la sonrisa desaparecía del rostro de su amigo y este bajaba la cabeza no pudo evitar ablandar sus palabras- Solo es una tontería, no es nada, oh, ese rostro... ¿en serio?

No había arreglado nada con sus palabras, sentía que había herido a su hermano menor, susurro un "quédate aquí", antes de caminar hacia la caja. No estaba escapando, quería pagar la cuenta y comprar las galletas favoritas de Chani, como siempre lo hacía, después de ofender al más bajo.

Regresó a los minutos, con una bolsa de papel, pero no había rastros del menor. Comenzaba a recordar, aquel día, cuando notó que la relación con Taeyang se desmoronaba, cuando espero al mayor hasta que la cafetería cerró, no podía dejar que Chani se fuera de esa manera, no quería perderle por su actitud tan engreída. 

¿Por qué tenía que recordar al mayor?
¿Por qué no lo eliminaba de su mente?
Era él quien había decidido no seguir más con esa relación, era él quien creía no merecer más amor, entonces, ¿por qué?


Ahora es demasiado apretado.
Si no puedo quitármelo, lo arrancaré.


Chani...

No.

Chan Hee.


Corrió. Sus piernas no daban para más pero siguió.

¿Cuándo Chan Hee había comenzado a correr más rápido que él? Apenas hace unos años era él quien dejaba atrás al menor, llorando y llamando su nombre, ¿desde cuándo había comenzado a irse sin decirlo? Si era él quien lo abandonaba cuando quería.
Si ese era el karma, que se fuera a la mierda, necesitaba alcanzar a Chan Hee.

Caminó entre aquellas estrechas calles, con viejos apartamentos abandonados y gatos callejeros, la clase de gatos que le habían enseñado a amar a todos los gatos. Golpeó su brazo, todo lo que pasaba por su mente era una mezcla entre gatos y Kang Chan Hee. Esas paredes tenían tantos recuerdos entre ellas, en su mayoría abandonados en algún rincón de su mente.

Aún con esos recuerdos que habían sido invocados tan forzosamente logró encontrar la vivienda del menor, fue sencillo, nada había cambiado, todo era exactamente como lo recordaba. No se tomó la molestia de tocar la puerta, solo era Chani, ¿qué podría haber de nuevo ahí?
Vaya sorpresa que se llevó al ver a su "hermano menor" besándose con un moreno, alguien ya conocido.


¿Novio? No me contaste sobre esto... 

Idiota.


-Lamento interrumpir su escena romántica, solo venía a entregarte esto.

Dejó la bolsa de papel en una pequeña mesa, estaba decepcionado, no de aquello que acababa de ver, era la actitud de Chani, definitivamente, él ya no era un niño. Pensar que a él le tomó seis meses reunir la valentía para besar a Taeyang, mierda, de nuevo estaba mezclando las cosas. No podía sentirse más herido por la la frescura con la que Chani se movió de su lugar para recoger la bolsa, sin hacer gesto alguno, Hwiyoung hizo una pequeña reverencia hacia Rowoon, despidiéndose del que parecía, y realmente era, el mayor.


Maldito mocoso, odio que me estés superando.


Una mano lo detuvo, pero no era la de Chan Hee, era la de Seok Woo, puto Seok Woo.

-No fue su culpa.

Genial, el chico lindo parece ser un completo estúpido, no puedo quitar a Taeyang de mi mente y Chan Hee, él, parece que en cualquier momento se soltará a llorar.


Eres un idiota, pero ¿tengo derecho a juzgarte? Lo soy el doble.


Hwiyoung giró su cuerpo, su cabeza estaba hecha un lío, solo podía pensar:

Taeyang
Lo siento, quiero destruir el lindo rostro de tu amigo, así que creo que esto termina aquí, todos nuestros lazos, mierda.

Seokwoo.
No te puedo culpar de todo, pero sí de una gran parte de lo malo que está ocurriendo.

Chanhee.  
Te estás dejando llevar por un idiota.


Así que vamos a romper ahora.

Easy LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora