-Uno... dos... ¡tres!
El cuerpo se sumergió en el agua, comenzando una rápida acción por la victoria. Movía los brazos rápidamente, sacaba la cabeza y tomaba amplias bocanadas de aire. Sus manos tocaron la pared y giró su cuerpo, volviendo por el mismo tramo y solo se detuvo hasta sentir nuevamente la fría pared.
-Como siempre, hiciste un buen trabajo, Ro.
Su amigo extendió una mano y lo ayudo a subir, deslizó una toalla por sus hombros, sentándose a su lado mientras bebía de la lata.
-No lo considero bueno si no gané -dijo el pelinegro, exhausto-.
-Umh, competitivo, como siempre.
-Como siempre.
Ambos rieron al escuchar sus voces coordinar. Juho era un buen amigo, de esos que te invitan una cerveza cuando estás deprimido, o te dan un buen golpe cuando haces una estupidez. Y aquel día, Rowoon había recibido una cerveza y un par de golpes.
-Casi no vienes por aquí, supongo que tienes tus problemas, al igual que yo tengo los míos, pero, ¿sabes? Nunca debes olvidar a los amigos.
Se encogieron de hombros, quedando en silencio durante unos segundos. Luego empujó a Rowoon al agua, y le dio un gran sorbo a su cerveza, sonriendo satisfecho.
-Imprudente, impulsivo y estúpido, ese soy yo. No me robes mi papel, Kim.
El más alto suspiró y le devolvió la sonrisa al pelirrojo- Trataré de no hacerlo, Baek.