Comeback Stage ♢ BTS

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-Entonces asegúrense de llegar a tiempo, ¿bien?- Jimin sonrió a la cámara. -Los estaremos esperando, ¿cierto, Jungkook?

Jungkook miraba a Kyeul, quien se encontraba al otro lado de la habitación con el celular pegado a la mejilla izquierda, hablando sin preocuparse de ser escuchada.

-Jungkook.- Jimin repitió, riendo con impaciencia.

El chico parpadeó varias veces y sonrió a la pantalla iluminada por cientos de comentarios de jóvenes emocionadas de verlos aunque fuera al otro lado de sus teléfonos móviles.

-¡Por favor vengan!- exclamó. -Estamos muy emocionados de volver a Japón como Shot n' Hit.

-Por ahora nos debemos despedir.- Jimin explicó, mostrando su labio inferior simulando tristeza. -Alistaremos todo para la presentación más tarde. Coman bien, ¡nos vemos!

Ambos agitaron sus manos como despedida, sonrientes y animados.

-Estamos fuera.- avisó el hombre encargado de las actividades en japón, Ryu. Un hombre adulto, con semblante serio. Vestido siempre de suéteres tejidos y pantalones beige.

-Oye.- Jimin llamó la atención de su menor. -¿Qué escuchabas que estabas tan...

Jungkook llevó su dedo índice a cubrir sus labios, indicándole silencio.

-¿Qué?

-Kyeul está discutiendo con Junjo desde hace rato.

-¿Ni un poquito?- Kyeul suspiró. -Junjo, regresaremos antes de la presentación en el centro comercial, incluso antes. Oye, ¡no me hables así!

La chica caminaba de un extremo de la habitación a otro, pateando paredes de vez en cuando, mordiendo sus uñas y peinando su corto cabello hacia atrás, escondiendo mechones detrás de sus pequeñas orejas perforadas.

-¿Para qué quieres hablar con ella? No, la que te está pidiendo permiso soy yo, no Haru.

-¿Permiso de qué?- Jimin masculló.

-Pues como digas... pero quiero hablar contigo después, ¿de acuerdo?... que sí, ya te dije que somos las tres. ¡Sí! ¡Dios, ya te repetí que sí diez veces, Junjo! ¡Pues ya voy!- carraspeó molesta, cubriendo la bocina del teléfono móvil. -¡Haru!

Los ojos de los muchachos pararon en la puerta de la habitación, esperando a la llegada de la menor.

-¡Haru, te hablo!

La cabeza de Haru se asomó por el umbral de la puerta luego que sus pies hiciesen ruido por el suelo gracias a sus apresuradas pisadas. Sus mejillas delataban que había estado comiendo y sus ojos mostraban confusión.

-Estaba ocupada en el desayuno.- excusó. -Deberías comer tú también, KyeKye.

-No hay tiempo, explícale a Junjo lo de tus padres, Haru. No entiende la sincronización de los tiempos.- Kyeul le entregó el móvil y exhaló pesadamente.

Haru se acercó a ella y sonrió al tomar el celular, sonrisa que se borró al segundo de escuchar la voz de su molesto manager.

-Oye, pero no me hables así.- Haru tensó sus rasgos faciales al escuchar la voz del superior. Jungkook rió bajito. -No, no es así. Pues quería presentarlos a las chicas antes de... No... No, Junjo. Sólo quería llevarlas a mi casa, ¿en serio es tan malo? ¿Ah?

Kyeul se acercó lento hacia los chicos, que se postraban confundidos y expectantes ante la escena.

-¿Qué andan viendo? ¿Se les ha perdido algo?