ゃ | cuatro;

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Lo primero que vi cuando abrí los ojos fueron otros par color marrón oscuros que me miraban con detalle, sorpresa y ¿nerviosismo? Tal vez porque lo descubrí viéndome de cerca, muy de cerca, casi al punto de estar invadiendo mi espacio personal.

Esto... esto pareciera como si él estuviera apuntó de... besarme. Pero no, debo estar loca. Sí, todavía no estoy del todo despierta, ¿verdad? Porque en cualquier momento debo abrir mis ojos y me encontraré en mi cama y en mi habitación, no en una en la que no recuerdo haber entrado.

Pero eso no ocurrió ni cuando cerré los ojos por tercera vez y los volví abrir a la cuarta. Nop, él todavía se encontraba casi encima de mí, con sus dos manos ha ambos lados de cabeza. Fruncí el ceño mientras intentaba dejar de lado la vergüenza que estaba teniendo ahora y dije— ¿Qué estas haciendo?

— ¿Y-yo? —Se señaló nervioso— Bueno, ¿disfrutando la vista de cerca, sería una respuesta lo suficientemente buena para ti? —Apreté los labios, sintiendo como mi corazón comenzaba a palpitar con fuerza, suspiro en mi cara y su aliento olía a mentas. Mire sus ojos con sorpresa y él desvío su mirada mientras hacía una mueca avergonzado— Creo que por tu expresión, no. No es una respuesta que te gusta, lo siento. —se disculpó y lo vi alejarse con un pequeño rubor que se hacia más notorio en sus mejillas haciendolo ver adorable y atractivo ante mis ojos.

Me quedé mirando el techo confundida por lo que acabo de suceder. No sé cuánto tiempo estuve pensando pero cuando no entendí nada me senté, en la que supuse que era su cama, ignorando también el leve dolor que tuve de cabeza. Restregue mi cara, agarré mi cabello despeinado, para por lo menos intentar verme decente, en una descuidada coleta con algunos mechones de cabellos cayendo por mi frente y cuando la habitación ya no me daba tantas vueltas, mire a JiMin.

Él sonrió, con una timídez que jamás vi ni cuando nos conocimos. Alcé a su cara sonrojada y JiMin desvío nuevamente la mirada cuando vio que lo miraba con atención.

Se aclaró la garganta cuando yo no hable— Muy buenos y bellos días~ —pestañee incrédula aún sin saber que estaba sucediendo— ¿Cómo te sientes? Uh, sí, de nuevo, lo siento por lo de hace un momento. Ugm... Y-yo, bueno, estaba creo que un poco... ¿entusiasmado? ¿Creo? No sé pero...

Cerré los ojos y me desconecte un poco de JiMin y sus balbuceos. La punzada en mi cabeza incrementaron cuando no pude recordar nada de lo que había sucedido en el bar. Ugh, maldita resaca. Lo único bueno es que parece que dormir bien, una cama suave con un agradable aroma, aunque dicha cama sea propiedad de un tipo que no conozco totalmente.

Puse una mano en mi pecho para calmar mi corazón que estaba apuntó de explotar por alguna razón que no estoy reconociendo y... espera.

¿Por qué...?

— ¿Qué... qué sucedió ayer? —Pregunté con los nervios invadiendome lentamente cuando vi que no me encontraba con el vestido que llevaba ayer.

Él me miró mordiéndose los labios con nerviosismo— ¿Tu... no recuerdas nada? —Preguntó después de un momento de silencio, negué mientras me tocaba la frente sintiendo el calor en mi cara. Oh, Dios mío. ¿De verdad tanto me odias?— Bien, pero déjame decirte que eso ya es algo muy cliché, además, eso les pasa sólo a los hombres cuando beben mucho, ¿no deberían las mujeres ser más responsables y recordar lo que hicieron el día anterior? —Contestó y por su tono de voz parecía molesto, lo mire algo irritada y él se dio cuenta mientras apartaba la mirada— Lo siento, mi error, mi comentario fue incorrecto porque no tiene nada que ver con el género, así que yo...

— JiMin... Por favor, cállate...

— Sí...

Hice una mueca intentando disipar el sentimiento de vergüenza que me embargaba. Suspiré cuando lo logre y lo mire con firmeza— Lamento decepcionarte pero no soy muy tolerante al alcohol. —murmure y después me tape la boca cuando tuve que bostezar.

PJM ¦ SECOND OPTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora