La habitación estaba en silencio y eso era peor porque podía escuchar los latidos frenéticos de mi corazón palpitar en mis oídos.
El thump thump thump era cada vez más rápido a medida de que en mi mente se reproducía los recuerdos que sucedió en la mañana. Diría que es raro, pero no lo es, sé exactamente qué eran estos extraños pensamientos que tengo, mi respiración acelerada y los latidos frenéticos en mi pecho, esa dulce punzada que siento por cada sonrisa que me dedica.
Lo sé.
Pero no quiero aceptarlo.
No, no quiero hacerlo.
Es egoísta, lo sé, soy una cobarde, lo sé, y sobre todo una idiota porque quiero seguir aferrándome a otra persona que no me quiere como en algún momento yo lo quise.
Aceptarlo fue un proceso tan difícil, pero de alguna manera lo tuve que hacer.
— ¿Qué no te deja dormir y te tiene despierta a esta hora?
Escuché el tono aburrido y ahogue una maldición. Alcé la mirada rápidamente para encontrarme a mi amigo que se encontraba de pie cerca de la puerta con los brazos cruzados sobre su pecho mirándome con una de su cejas arqueadas.
Suspire recordando el tacto del peli-rosa, aclare la garganta borrando esos pensamientos de mí— No pude dormir. —respondí como pude.
Siento que no estoy en mis cincos sentidos y eso que me encuentro tan sobria y sin ninguna gota de alcohol en mi sistema.
Ese chico me tiene mal.
— Son las dos de la madrugada. —señaló con obviedad.
— Simplemente no conciliava el sueño. —me excuse.
En parte era verdad, llevaba en ese estado desde que toque la cama y no he podido pegar ni un ojo. Solo con cerrarlos me viene el recuerdo del tacto de esa mano pequeña y rechoncha entre las mías y con eso mi mente comenzaba a fantasear con distintos escenarios cursis y vergonzosos.
Pero era porque se me había olvidado lo suave, cálido y acogedor que eran sentir las manos de JiMin entre las mías.
Me reconfortaba la sensación de sentirse querida con solo un ligero toque era... Ah. Park JiMin ¿qué me estás haciendo?
— Sabes que en esta casa hay una hora exacta para dormir, ¿cierto? —Me recordó acercándose al comedor y aprovecho a sentarse en el lugar frente a mí.
No pude evitar poner los ojos en blancos al escuchar a mi amigo hablar— YoonGi... ¿Cuántas veces tengo que decirte que esta es mi casa? —Murmure apartando la mirada de él para centrarla en la taza de té en mis manos.
— Te corrijo, nuestra casa. —sonrió brevemente con una inusual diversión.
Dios mío, ¿qué hice para merecer esto?
— ¿Ah, sí? ¿Desde cuándo? —Inquirí con molestia.
— Desde que rente mi apartamento. —se encogió de hombros despreocupado.
Alcé una ceja, incrédula— ¿Rentar? Yo creo que a ti te echaron por no pagar.
— ¿Qué comes que adivinas, engendro de tu maravillosa madre? —Resople comenzando a enfadarme y él se dio cuenta— Cambia esa cara, tu madre me llamó preocupada por ti y me pidió que te cuidará, así que soy tu niñero.
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PJM ¦ SECOND OPTION
Fanfiction❝Joder, deberías saber que soy el único al que deberías amar❞ Soul siempre supo que era plato de segunda mesa para la persona que amaba. -; no copias ni adaptaciones. © txemxnv