Comentarios de la autora

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De no ser porque me invitaron a participar en el proyecto llamado Caja de Pandora este año 2018, el presente relato hubiese sido tan decadente y sanguinolento como los demás. ¿Y saben qué? Me alegro de que no fuera así. De vez en cuando es bueno hablar sobre el rostro dulce del verano. Recordar que no se está muerta del todo. (?) Jajaja. 

Viéndome obligada a redactar un escrito dirigido a cualquier público, opté por un relato de iniciación (sí, con todo y mi esquema de la estructura de este tipo de narración a un lado), con intenciones incluso didácticas. Pero me he quedado corta una vez más. En el borrador que publiqué primero y ahora también. Igual se nota el intento, ¿no? ¡¿No?! Bah... como sea, deben saber que nunca en mi vida había escrito un texto tan íntimo que rozara por poco la autobiografía. Supongo que Cristina y yo estamos irremediablemente unidas y eso hace para mí este cuentito tan especial.

¿Les ha gustado? ¿Tienen una sugerencia o comentario al respecto? Háganmelo saber incluso si hace tiempo que el último capítulo fue publicado. 

Eso sí: está parcialmente terminado. Le debo a alguien una especie de spin-off ¿? en el que Elías es nuestra musa una vez más. Probablemente lo publique en vacaciones de invierno. Lamento muchísimo la demora a esta persona que aún no lo recibe. No tengo perdón. Está en mí ser desordenada, indisciplinada y un día esto me llevará a la ruina. Haré lo mejor que pueda.

Sin más, a quien sea que me lea agradezco su atención. Ojalá haya sido de su agrado. 

Nos leemos para la próxima.


Ave Azul

21 de octubre de 2018

Sobre el despertar de la sensibilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora