20. De vuelta a un misterioso castillo

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No se podía negar que me sentía rara. Y más por el hecho de que Sophía iba a mi lado completamente silenciosa. Sabía bien que habia quedado algo rara luego de haber visto y hablado con ese chico. Aunque como no, ella admitió que no podía culpar de nada a ese chico, él no tenía la culpa de nada y no tenia porque desquitarse. 

(....)

  Llegamos bastante tarde al castillo de Nivelles. Once  y media de la noche. Como no, me tocó ayudar a Johannes para que bajara, pues venía dormido. Y el despertar de él, fue como alborotar a una bestia de remilgos y palabras malas.  Y me extraño que aceptara mi ayuda. 

Nos abrieron las puertas y todos ingresamos. El lugar estaba silencioso, algo que jamás habia llegado a ver con mis propios ojos en el tiempo que llevo.  

  —  Vamos rápido a la habitación —  dijo Sophía —  Hay se ven —  miró a los otros tres chicos, entre ellos el mismo Johannes, quien iba con su bastón. 

Cada uno tomó su camino. Sophía y yo comenzamos a subir escaleras. Coloque toda mi atención cuando escuche cierto correteo en un pasillo solitario. Eso si fue extraño. Sophía seguía subiendo como si nada. 

  —  Sophía.... 

  —  En la habitación te cuento —  dijo nada más. 

Al mirar por el barandal, solo vi una chica castaña cruzar de largo, llevaba un jersey y la cabeza algo gacha. 

 Ambas entramos en la habitación, Sophía dejó sus cosas a un lado y se comenzó a cambiar de ropa. Yo por mi parte miré mi telefono, revisando algunas cosas y así, como no, tambien estaba mirando para colocarme mi pijama y meterme a la cama. 

¿Quién dice que ser la asistente de Sophía no es cosa fácil?

  —  Es recomendable no vagues por los pasillos despues de las once pm —  comenzó a mencionar mientras se iba colocando su camisón blanco.  

  —  ¿Por?  

—  Los niños. 

—  ¿Niños?

—  Me imagino que viste a Dennise —  esta vez me miró, luego tomó las toallitas  desmaquillantes para quitar todo lo que tenia en sus ojos —  Castaña... 

—  Si, la ví en la primer planta. 

—  Bueno, ella es algo así como la nana. La nana de ellos. 

—  Haber —  esta vez me senté para intentar entender lo que contaba Sophía —  ¿Quienes son ellos? ¿Los niños que mencionas? 

—  Los mismos.  Veras Danielle, las paredes de este castillo esconde una trágica historia...¿Por casualidad has visto el gran salón de la primera planta? 

  —  Eh, he visto que siempre tiene las puertas cerradas. 

—  Bueno, es el salón de las memorias...memorias sobre ese suceso. 

Esta vez la chica gótica se recostó sobre su cama, dejando caer su cabeza sobre el gran almohadón. 

  —  Verás, hace muchos años, mas o menos para inicios del siglo XX, en este mismo castillo se fundó un orfanato. Todo bien, todo bonito, recibía niños de todas las clases, desde huérfanos de guerra hasta niños que eran abandonados por sus padres, El orfanato de Santa Clara. No se muy bien la fecha, pues es solo cosas que he averiguado y que a muchos no le ha gustado mucho hablar que digamos. Pero ocurrió un incendió, una tragedia en la madrugada que dejó muchos muertos en este lugar, entre ellos, niños. Se dice que todo fue muy horrible...

  Como no, ya con solo escuchar eso estaba en shock. Pues vaya historia se sabe la gótica. Y se veía demasiado seria como para decirle que tal vez son patrañas de ella misma.  

  —  El cementerio que hay detrás de este castillo, se fundó a raíz de ello...allá se enterraron los niños que murieron quemados o aquellos que lograron salir pero no sobrevivir más de la semana por el montón de heridas. Creo que de este tema algo habrás escuchado, y como no, sabes que estamos justo ahora en el sitio de una tragedia, sitio que guardo ciertas energías de ese entonces y pues algunos espíritus vagan buscando paz. No son malos, pero es mejor no toparse con uno por ahí, eso si no quieres morir infartada. Como algo extraño, ninguno ingresa a los dormitorios, pero si se la pasan vagando o tirando cosas por los pasillos...

  —  Y la chica....la primera que has mencionado....

—  Solo sé que se llama Denisse. No suele hablar mucho que digamos, ella por decirlo así, tiene ciertos  dones. Ella es quien al parecer aplaca los niños...ellos la quieren, de una manera rara, pero lo hacen. Muchos dicen que ella es la loca de Everjane...pero yo no lo veo así. Hubo una noche que ella no vino y fue escuchar correteos hasta la madrugada, pero cuando ella esta, todo parece calmarse. 

  —  ¿Y hacia donde va ella? —  pregunté curiosa. 

—  Cementerio.  

  —  Oh...

—  Allá esta la cripta, donde muchos de los niños descansan. Ella tal vez solo les da esa paz que tanto anhelan. No se tu, pero yo al saber todo esto, solo siento algo de pena  por esos niños. Pobrecillos. 

  —  Ni que lo digas... 

Y si, lo unico que puedo decir de todo esto, es que hasta me resultaba mejor no saber las razones de porque todo mundo dentro de sus dormitorios despues de las once. Pues vaya historia, y supongo que no debió ser para nada lindo. 

—  Hasta mañana, Danielle. Dulces sueños —  dijo Sophía, esta vez dándome la espalda.  


(....)

Mientras estaba parada en el barandal veía como la decana saludaba formalmente a un hombre que entró de rostro serio y traje elegante. A su lado habia una chica, con una melena rizada de color negro, ella empujaba una silla de ruedas, una de donde iba un chico pelinegro sentado, muy parecido al hombre...como no, todos se parecían. Y si asociaba sus expresiones, era como ver al mismo....Johannes.

¡Su familia!  

Ellos eran seguramente los que iba a venir, los mismos que menciono William. 

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2018 ⏰

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Mi ciego Corazón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora