Capítulo 7

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————Eli's pov————

Mientras Sandra hablaba con Natalia decidí irme a dormir. Soñé nuevamente que estaba encerrada en el baño de discapacitados del colegio, había sangre en el piso y nadie cerca para socorrerme. Pero esta vez había una luz azul que me cegaba la vista, me molestaba muchísimo...

Me desperté y las luces eran de las patrullas de policía que estaban afuera de mi casa. Mi mamá entró a mi habitación segundos después.

–Eli... te buscan. –dijo muy tranquila, pero muy asustada a la vez.

Bajé las escaleras y en el camino me puse un suéter para que no se vea mi pijama. En la puerta estaba mi papá y mi hermano estaba en el comedor escuchando.

–¿Qué pasa? –pregunté, espero que no le haya pasado nada a Natalia.
–Nos ha llegado información de que usted tiene mensajes con Natalia, la chica desaparecida. Necesitamos leerlos y saber toda la información que usted tenga.

Les expliqué que la iba a ver pero no pude, entonces envié a Sandra. Les mostré los mensajes y se fueron, diciendo que si la volvemos a ver los llamemos rápidamente para que no se vayan otra vez.

Extrañamente mis papás no me preguntaron mucho más y me fui a dormir.

Me despertó mi alarma e hice mi rutina de siempre, esta vez fui a la casa de Pablo y Sandra para esperar al micro. Actuaban muy raro, y distantes. Supongo que por todo lo que pasó ayer a la madrugada, no habrán dormido nada.

Llegamos al colegio, Dylan había llegado temprano otra vez, pero cada vez me importa mucho menos lo que hace, o si me sonríe. Así que le pasé por al lado y me senté en mi lugar. Él se dio vuelta y me vio directamente a los ojos. Estaba llorando, me vio paralizado y no dijo una palabra. Miré a mi alrededor para ver si había alguien pero estábamos solo los dos. Abrí mi boca para preguntarle qué pasa pero justo Sandra y Pablo entraron al aula.

Me senté atrás de Dylan para poder hablar con él. Cuando Pablo me pasó por al lado para ir a su banco me vio, se veía serio, como dije antes, raro y distante.

–¿Está todo bien? –susurré.
–No, no aguantó más, tengo que decirte. –me dijo secando sus lágrimas.
–¿Acá? ¿Ahora?
–Afuera, vamos.

Nos levantamos y antes de salir me di vuelta para ver a Pablo, y me estaba viendo. Lo ignoré y salí.

Fuimos al patio, a la mañana no hay nadie, nos sentamos al lado del baño de chicas y me tomó las manos.

Yo lo miré a los ojos y lo único que se me pasaba por la cabeza es que no se me declare, porque últimamente estoy más interesada en Pablo y sería muy incómodo, además está llorando.

–Eli, me voy de la ciudad. –dijo esta vez más tranquilo.

Suspiré y lo miré a los ojos otra vez.

–¿Por qué?
–Embaracé a una chica hace unos días... –miré nuestras manos que estaban agarradas y lo solté.
–¿Quién es?
–No puedo decirte.
–¿Y solo huirás? ¿Qué hay con la chica?
–Ella abortará hoy. –hubo un largo silencio.
–Dios mío Dylan, no permitas que eso pase.
–Eli, es lo mejor para los dos.
–Eso pensas ahora, Dylan, te arrepentirás, ya sos padre.
–No, no. Ese niño sufrirá mucho si nace.
–Él decidirá si sufrirá o no, Dylan, haceme caso. –me empecé a enojar un poco.
–Solo quería decirte eso, volvamos a clase.
–¿Solo eso? ¿abortará y ya?
–Eli...
–¿Hace falta mudarse de la ciudad por eso?
–Eli, quería contarte yo antes de que te enteres por otra persona. Nos iremos lo antes posible.

Me dieron ganas de abrazarlo, pero a la vez me daba mucha impresión y repugnancia verlo a los ojos. ¿Quién será esa chica?

El resto del día se pasó rapidísimo, con Dylan estando deprimido y solo, Pablo y Sandra no estuvieron en los recreos y en clase estaban muy distantes, sólo hablando entre ellos. Sergio y Natalia obviamente tampoco estaban... solo me faltaba Lim.

En el último recreo fui a buscarlo y estaba hablando con Nicolas. Primaria tiene el recreo antes que el nuestro pero al parecer Nicolas se rateo de clase.

Mientras más me acercaba a ellos más raro se hacía, Nicolas estaba llorando y los dos me vieron directamente a los ojos cuando llegué.

–¿Nico... todo bien? ¿qué pasó? –dije poniéndole una mano en el hombro.
–Alguien mató a su perro hoy a la madrugada, amaneció apuñalado en el jardín.

Me asuste muchísimo... Sólo alguien del vecindario pudo haberlo matado, ya que no permiten que nadie más entre.

–Durante la madrugada... –repetí mirando al suelo.

Abracé a Nicolas, pobrecito, tener nueve años y ver a tu perro muerto de esa forma... Su perro era lo más, un Pastor Alemán, una vez lo llevamos a casa de Sandra y desde ahí cada vez que la ve se emociona muchísimo.

Es un perro bastante grande como para que cualquiera pueda matarlo, sería muy difícil. Así que la persona que lo mató probablemente era mayor o estaba acompañada.

Empecé a desconfiar de la madre de Pablo. Cuando fui a su casa y vi la ardilla muerta, también apuñalada, luego a Loren cortando carne de esa forma... pero Dios, no, no me la imagino a ella matando, y no tendría ninguna razón para hacerlo tampoco.

Pablo se me pasó por la cabeza pero ¿por qué haría algo así?

Y en ese momento se me vinieron mil razones a la cabeza... En basket el domingo él tenía sangre, Sandra lo encubrió de una forma muy rara y además había una ardilla muerta en el patio. Sin nombrar que Nicolas le robó la laptop y hoy tanto Sandra como Pablo estuvieron actuando muy raro. Llevé mis manos a mi boca y sonó el timbre.

–¿Qué pasa? –preguntó Nicolas.

Lo vi a los ojos pero no me salieron las palabras para decir que habían sido los mellizos Pablo y Sandra. Así que me levanté y entré a mi aula.

Pablo y Sandra se sientan atrás mío, pero no quería tenerlos cerca. Así que me senté en el lugar de adelante ya que había faltado mi compañera. Me di vuelta una última vez antes de que comenzara la clase y los vi a ambos. Los dos viéndome con una cara muy rara.

Si, son capaces de matar.

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