Los Vecindarios

Capítulo 3

No sé dónde estoy, ni cómo llegue acá... veo un baño de discapacitados, ¡es el del colegio! ¿Qué hago acá?
–¡AYUDA! ¿ALGUIEN? –grité golpeando la puerta que estaba cerrada.

Dios, estoy muy cansada, me senté en el piso, sobre algo mojado. ¿Qué mierda es esto?

Me levanté y miré al suelo, Dios. ¡Es sangre! Empecé a gritar con todas mis fuerzas, la luz del baño se apagó, y hay un sonido muy raro, me molesta muchísimo, ¡quiero despertar de esta pesadilla ya!

Y desperté, si, ese molesto sonido era mi alarma. Todo fue un sueño...

Bajé y me preparé el desayuno, leche con cereal. Agarré mi horrible mochila nueva, el almuerzo que me preparo mi mamá y como de costumbre, fui a la casa de Natalia que estaba a dos casas de distancia de la mía y la esperé sentada afuera en sus escaleras de entrada. Pensando sobre mi sueño, viendo a mis vecinos salir de sus casas haciendo lo mismo que yo, sentarse en las escaleras.

–Eli... –me dijo Natalia saliendo de su casa. –ahora es muy temprano para hablar. Luego hablamos sobre ayer.
–¿Terminaron no? –y ella asintió con la cabeza.
–Sabes que... creo que me gusta Dylan. –dije sonriendo
–¿En serio?
–Si, ayer antes de dormir pensé en que lo voy a ver hoy y me dieron mariposas en el estómago.
–Aw... Eli...

Escuchamos el sonido del micro acercándose y nos levantamos. Saludé a Sandra y a Pablo que viven en frente de Natalia, y cruzaron la calle para entrar con nosotros.

Se acercó el micro y frenó en frente de nosotros. Entramos los cuatro y nos sentamos.

–Linda mochila –me dijo Lim que ya estaba adentro.
–¡Gracias!
–Se me hace conocida –me dijo Belinda. –mi papá tenía una igual.
–Interesante ahre –le respondí mientras buscaba mis auriculares para escuchar música. Belinda es muy buena chica pero me da un poco de envidia y celos.

Luego de un minuto pasamos por en frente de la casa de Sergio, y entró, tenia los ojos súper hinchados y estaba despeinado. Lo que es raro porque siempre se lo peina, siempre está muy presentable. Sergio es alto, pero no tanto, es blanco, tiene el pelo castaño con un poco de rulos, y el año pasado se hizo un tatuaje a escondidas en las costillas que dice "hi there I'm using whatsapp". Cuando sus papás lo descubrieron hicieron que falte una semana a clase y haga todos los ejercicios de su libro de matemáticas. TO-DOS.

Cuando Sergio pasó por al lado de Natalia la vio, se veía muy triste, y Natalia actuó como si no le importara que esté ahí.

–Nat... –le susurré.
–Lo vi, lo vi, pero es demasiado, Dios... luego hablamos Eli. –me susurró ella también poniéndose los auriculares.

En todos los quince minutos de ida al colegio estuve escuchando Phum Viphurit, su álbum Mandchild. No sé por qué pero el ritmo de sus canciones quedan muy bien en mi vecindario.

Terminamos de recoger a todos los del Gran Vecindario, y esto es algo curioso que es genial, todos nos conocemos acá, somos amigos, y compartimos micro a la mañana. Es perfecto.

Llegamos al colegio, diez minutos antes. Y me fui caminando con Natalia hacia los baños para hablar.

Para llegar al baño hay que atravesar los lockers, y pasamos por en frente del de Dylan, me quedé mirándolo como una obsesionada, era el 154. Dylan aún no había llegado, siempre llega un poco tarde a clase porque viene en bicicleta, dice que odia  los micros escolares.

Entramos al baño y obviamente no había nadie, pues eran las 7:53 de la mañana.

–Eli, te voy a confiar algo muy importante. –no me sorprendió que lo dijera, estos días están siendo muy raros y todos tienen cosas para decirme al parecer. – Solo decilo Natalia.
–No parece que te importara.
–Nati, Dios, sabes que me importa ¿qué te dijo Sergio?.
–Nada, ese fue el problema, me mintió... Dijo que no me ama más y que quiere ser "libre" de parejas estos últimos años. –dijo muy disgustada, y yo me reí un poco por la pelotudez que acababa de escuchar. –Dios Eli por lo menos actúa.
–Perdón... pero ¿por qué decis que te mintió?
–Sé que se acostaba con mi mamá.