🐈Parte uno:

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Después de una llamada extraña que llegó a su teléfono, rápidamente se desplazó para tomar un taxi en el centro y llegar al apartamento del mayor. No entendió nada de lo que le explicó, balbuceaba tanto, que hasta terminó cortando la llamada y dejándolo con incertidumbre.

Respiro hondo, tocando el timbre. Está por saludar a su pareja, pero este no se lo permitió y lo jaló la de bufanda.

—¡Al fin llegas! —resopló.

—Eh... Sí. ¿Qué ocurre? —preguntó el de hoyuelos, echando un vistazo a la sala rosa del mayor.

—¡No me lo vas a creer! —chilló, tomando el brazo de su pareja y guiándose por el pasillo de las habitaciones. —Suga y mi otro gatito... Ya no son gatitos.

—¿Qué? Explícate por favor. —pidió, zafándose del agarre del mayor y parando su caminata. —No son de tus otras bromas, ¿verdad?

—¡No! ¡Cómo crees! —dijo todo indignado, llevándose una mano al pecho.

Viro los ojos y siguió caminando hasta la habitación de Kim SeokJin. Le dio una mirada y abrió la puerta lentamente de la habitación, encontrándose a los dos mininos dormidos en la cama.

—Y dime... ¿Dónde están esos humanos con orejas y cola? —ironizó.

—¡Ahí están!—elevó la voz. Quitando a Kim Namjoon del marco de la puerta e ingresando a la habitación.

—Aua. Mira que sorprendido estoy... ¡Oh, no espera! Estoy asustado. —enfatizó nuevamente con ironía.

Kim Seokjin se volteó como la niña del exorcista, dándole una sonrisa cínica a Kim Namjoon. Quién, sin decir nada, caminó de vuelta hasta la entrada del departamento. Sintió que su vida pasó por breves segundos delante de su rostro.

—¿Jinnie? —llamó uno de los híbridos. Haciendo que el nombrado se volteara y cambiará expresión.

—¿Sí, Jiminie? —respondió dulcemente. Después de todo eran sus lindos gatos, debía tratarlos bien como lo hizo el día que los encontró y, que cambio de Estado.

Y ahora que eran personas... Bueno, híbridos, debía conseguirles ropa y gorros para vestirlos. Si se encariño cuando los conoció en aquella tienda de animales –exactamente fuera del establecimiento, en un callejón–.

¿Qué tan malo sería educar a dos jóvenes-adultos?

¡Mis gatitos! ☪ y,minDonde viven las historias. Descúbrelo ahora