Presente.
Si algo empezó a odiar Fudou en sus años de estudiante de secundaria cuando empezó a jugar fútbol fue esperar. Sentado en la sala de espera, se alzó y empezó a caminar, era una de las ventajas de no estar en una banca de la cancha.
—Todo va a estar bien –ánimo Endou quien ya tenía en espera a Natsumi con otra niña.
Mamoru retrocedió al ver la mirada asesina de Fudou; el padre de Goenji informó que sería un parto delicado, por lo que padre e hijo estuvieron y estaban con Fuyuka al entrar en labor.
Kidou, Endou, Haruna, Kabeyama y el futuro abuelo Michiya como su madre quien estaba dentro con Fuyuka acompañaban al nuevo padre.
Kabeyama sostenía a su hija Rin quien después de un rato se quedó dormida, Haruna y Kidou recibían llamadas por parte de sus amigos y conocidos para saber el estado de Fuyuka y Akio, quien no se desmayo pero si entró en estado de ansiedad.
Una enfermera después de siete horas de trabajo atravesó las puertas —su esposa e hija lo esperan.
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Quitar, limpiar, pomada, talco y pañal —muy bien, ya aprendiste más rápido que Endou –felicito Heigoro.
—El capitán –se le quedó decirle así a Endou. Sonrió de lado y abrocho el último botón a Akemi, su hermano niña de cabello morado y belleza de su madre como bellos ojos verdes de su padre —a menos que sea algo de fútbol entenderá.
Ambos rieron y regresaron a la sala donde estaban sus amigos reunidos. Risas por los chistes malos de Endou, Fuyuka y Aki en la cocina, Natsumi meciendo a su nueva nena Azucena.
Alegría, en verdad que Fudou no pudo haber pedido algo más bello que lo que ya tenia: buenos amigos que lo apoyaron, una esposa incondicional y amorosa y una hermosa niña.
—Me alegra el alma verte feliz hijo –lo abrazo su madre con lágrimas en los ojos —que esta felicidad perdure.
—Claro que sí –jamás perdió su seguridad en su mismo. Esposa e hija juntas, alegres, estaba a rebetar de felicidad.
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—¡Papá! Papá, papá –sin descanso Akemi saltaba y llamaba a su padre.
Domingo en la mañana después de una desvelada la noche anterior por un papaleo con Osamu, Akio cubría su nuca con la almohada. Fuyuka solo se removió un poco, había tenido doble turno ayer.
La única con pila en aquella casa era la princesa de la casa, quien al no ver respuesta alguna, se colo por abajo de las colchas quedando como el jamón del sandwich.
—Papá, prometiste llevarme.
Una ducha y desayuno improvisado, Akio llevo a su niña a ver un ballet clásico ¿porque le tuvo que gustar eso y no el fútbol?
Bostezo por enesima vez, la música lo estaba arrullando, pero al ver el brillo en los ojos de su pequeño, sonreía y abrazaba.
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Te amo –otro beso. Akemi se fue a dormir con las hijas de Endou y Heigoro, por lo que tenían el fin de semana para ellos solos.
—No creí que... Estaría contigo de esta manera –aquel sonrojo solo estímulo más a un activo Akio.
Apartando el cabello del rostro sonrojado de Fuyuka, le beso la frente —gracias.
Los besos continuaron así como su intensidad, las manos de Fudou acariciaban los muslos y glúteos de su mujer quien soltaba suspiros de placer.
«Eres lo mejor que me pudo pasar»
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Inazuma History's
FanfictionLa vida de los chicos del raimon fuera de la cancha de fútbol, como crecieron y el empiezo en Go. Los lazos de amistad, desgracias y romance como risa. Las lágrimas no solo son de dolor, sino también de felicidad. Parejas hetero y homo.